Tadej Pogacar ya no compite únicamente contra los ciclistas del presente en el Tour de Francia. El esloveno, con apenas 26 años, ha entrado en un nivel donde sus verdaderos rivales están en los libros de historia: Eddy Merckx, Bernard Hinault y Mark Cavendish.
Con su tercera victoria en la presente edición del Tour de Francia y el maillot amarillo de vuelta en sus hombros, Pogacar está escribiendo su propia leyenda en las carreteras galas.
Resumen ePrix 13 Berlín | Fórmula E 2025
Su última actuación en Hautacam, con un ataque demoledor a 12 kilómetros de la cima, le valió su vigésima victoria de etapa en la ronda francesa. Nadie pudo seguir su paso.
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Jonas Vingegaard, su viejo verdugo en esa misma cima hace tres años, apenas logró minimizar daños, llegando 2 minutos y 10 segundos después del esloveno. Fue la mayor diferencia que Pogacar ha conseguido jamás sobre un rival directo en una etapa de una gran vuelta.
Pogacar, una máquina de récords
Con esta actuación, Pogacar se convierte en el segundo ciclista que alcanza las 20 etapas ganadas en el Tour antes de los 27 años, sólo por detrás de Mark Cavendish, quien posee el récord histórico con 35.
El esloveno ya suma 102 triunfos profesionales, una cifra impresionante que habla de una regularidad casi inhumana en todas las competencias donde se presenta.
Además, su ascenso a Hautacam fue el segundo más rápido jamás registrado, solo por detrás del polémico Bjarne Riis en 1996. Lo más impresionante: lo hizo en solitario.
Su ambición es tal, que apunta a conquistar todas las etapas con carga simbólica. Ya lo hizo en Ruán, tierra de Jacques Anquetil, y en el Muro de Bretaña, lugares con historia sagrada en el ciclismo.
Más allá del maillot amarillo
El maillot amarillo que volvió a vestir en Hautacam es el número 65 en grandes vueltas para Pogacar, quien ya se encuentra entre los ocho ciclistas que más veces han portado el jersey de líder en estas competencias.
Y considerando que todos los que están por delante ya están retirados, su proyección es simplemente ilimitada.
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En un deporte que rara vez perdona errores, el dominio del esloveno es absoluto. Salvo una catástrofe, Tadej Pogacar tiene en la mira su cuarto título del Tour de Francia, y con ello, otro paso firme para convertirse en una de las leyendas más grandes del ciclismo mundial.
