El equipo Alpecin-Deceuninck vivía un arranque soñado en el Tour de Francia 2025, sumando las dos primeras etapas, vistiendo de amarillo y perfilándose como el conjunto dominante en los embalajes finales.
Sin embargo, todo cambió en cuestión de segundos: Jasper Philipsen, su sprinter estrella, sufrió una caída que lo obligó a abandonar la competencia, dejando al equipo sin su mejor carta para los sprints y al pelotón sin uno de sus grandes animadores.
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La jornada se presentaba tranquila, sin ataques, como un paseo por el norte de Francia. Pero a 60 kilómetros de la meta en Isbergues, la búsqueda por puntos intermedios para el maillot verde encendió la tensión.
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Un Tour que comenzó con gloria
En medio de esa aceleración, Laurenz Rex chocó con Brian Coquard, provocando que este último se desplazara hacia la izquierda. Philipsen, que rodaba a su rueda, no pudo evitar el contacto y terminó estrellado contra el asfalto, con evidentes quemaduras y daños en el hombro.
El parte médico fue claro: no podía continuar. La decisión se comunicó mientras era atendido en la cuneta, y las lágrimas comenzaron a recorrer el pelotón, incluida la del propio Coquard, quien entre sollozos pidió perdón al belga:
“Vaya mierda de día. Está claro que no tenía intención de derribarle”, dijo el ciclista del Cofidis, visiblemente afectado.
Palmarés que se corta en seco
La salida de Philipsen no es una baja cualquiera. El belga de 27 años deja el Tour de Francia con 10 victorias de etapa, solo superado en esta edición por Tadej Pogacar.
Desde su primera conquista en 2022, en Carcasona, hasta sus cuatro triunfos y el maillot verde en 2023, se había convertido en uno de los velocistas más temidos del pelotón.
En 2024, ya había sumado tres etapas y venía de coronarse en la Milán-San Remo, confirmando también su talento como clasicómano.
Su salida representa un duro golpe para el espectáculo y para la historia: es apenas el séptimo ciclista en la historia en abandonar el Tour de Francia portando el maillot verde desde su creación en 1953, y el tercero por una caída.
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El Alpecin ahora deberá reorganizar sus objetivos. El Tour de Francia ha perdido a uno de sus gigantes del sprint, y la lucha por la regularidad queda abierta en una carrera que no perdona errores.
