El café expreso es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Estudios recientes reportan una actividad protectora de esta bebida contra trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer.
El estudio, publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, descubrieron que un compuesto del café expreso podría ayudar a combatir la enfermedad del Alzheimer.
¿Café expreso podría ayudar contra el Alzheimer?
El análisis y la revisión de estudios observacionales presentes en la literatura sugieren que consumir café podría ser ventajoso contra una serie de enfermedades crónicas, incluidos algunos cánceres (hígado, colorrectal, endometrial y de próstata), enfermedades metabólicas (diabetes tipo 2 y síndrome metabólico), y trastornos neurológicos (enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer y depresión).
En particular, numerosos estudios informan que el consumo moderado y, en ocasiones, incluso elevado de café ejerce una acción neuroprotectora contra dos de las enfermedades neurodegenerativas más comunes, es decir, el Parkinson y el Alzheimer.
Compuestos del café muestran propiedades beneficiosas para aliviar síntomas
Muchos compuestos del café muestran propiedades beneficiosas para aliviar los síntomas de la enfermedad, por ejemplo, al reducir el deterioro cognitivo y de la memoria, como antioxidantes, o previniendo la formación de amiloide y la neurotoxicidad.
La bebida de café consta de más de mil compuestos; la bebida en su conjunto y sus componentes muestran un papel bioactivo, por lo que el café se considera un potencial alimento funcional.
¿Qué es el Alzheimer y cuáles son sus síntomas?
El Alzheimer es una enfermedad que afecta las células del cerebro (neuronas), provocando que se degeneren y mueran. Quienes la padecen presentan un deterioro progresivo en la capacidad para procesar el pensamiento (Memoria, orientación, lenguaje, aprendizaje, cálculo, etc).
El síntoma más representativo es el deterioro progresivo de las funciones mentales como:
- Pérdida de la memoria
- Dificultad para realizar tareas familiares
- Problemas para articular el lenguaje (olvida las palabras correctas)
- Problemas para reconocer objetos y/o rostros conocidos.
- Desorientación en tiempo y espacio (olvida fechas y lugares)
- Juicio pobre (no sabe qué hacer en situaciones simples)
- Alteraciones de cálculo (no puede sumar, restar, multiplicar)
- Pérdida de objetos personales como llaves, ropa, etc
- Cambios de ánimo (triste, enojada, ausente) o del comportamiento (como dejar herramientas en la cocina, dejar el teléfono en el jardín, dejar las llaves abiertas, etc.)
- Cambios de personalidad (como ausente o pensativo)
- Pérdida de la iniciativa (no se levanta, no come, no hace la comida, no se viste)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la enfermedad de Alzheimer como la forma más común de demencia, como una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero.
