El estadio de béisbol en Palenque, Chiapas, recibió una inversión federal de 106 millones de pesos para su remodelación, pero actualmente se encuentra en franco deterioro y abandono. En Fuerza Informativa Azteca (FIA) le mostramos cómo un conflicto de intereses y sobrecostos dejaron sin función al inmueble prometido para las “Guacamayas de Palenque”, equipo propiedad del hermano del expresidente López Obrador. Vecinos y expertos denuncian irregularidades y la incapacidad de uso de este espacio público.
Sobrecostos y contrato polémico: La sombra de la corrupción
Leonardo Núñez, director de la Unidad de Investigación de Mexicanos Contra la Corrupción, señaló que en este caso “aparecen todos los elementos de un conflicto de intereses”
- Licitación irregular, se otorgó el contrato no a la empresa con el mejor precio, sino a ALZ Construcciones, que presentó un presupuesto de 89 millones de pesos, es decir, 36 millones más caros que otra propuesta.
- Sobrecosto aceptado, a la cifra inicial se sumaron otros 17 millones de pesos aceptados como sobrecosto en junio de 2022 por la Secretaría de Desarrollo Agrario, sumando el total de 106 millones invertidos.
El estadio hoy: Ruina, abandono y denuncias vecinales
Vecinos y usuarios del estadio denuncian que la remodelación nunca se completó. La inspección de Fuerza Informativa Azteca reveló un deterioro evidente:
- Puertas caídas.
- Lavabos llenos de telarañas.
- Filtraciones de agua.
- Excremento de palomas en las gradas.
- Equipamiento deportivo abandonado.
José Hernández, habitante cercano, comentó: “Según iban a traer un buen equipo, pero hasta ahí quedó. Dijeron que pondrían más gradas y no hicieron nada”. Por su parte, Raúl, un jugador de béisbol, calificó el proyecto como un “capricho del expresidente”. Actualmente, la administración ni siquiera utiliza las oficinas, que son usadas como bodega.
El resultado: Un “elefante blanco” de 106 millones de pesos
El caso evidencia cómo 106 millones de pesos desaparecieron sin resultados concretos. Las “Guacamayas de Palenque” dejaron de operar y, como dice un vecino, “se fueron volando”.
Leonardo Núñez concluyó de forma contundente: “La comunidad no puede utilizar el estadio, está en estado de abandono, todo fue para construir un elefante blanco”.