Unos pupitres, un pequeño pizarrón y un aula improvisada donde apenas si entran son lo único que tienen los niños en Tabasco que resultaron afectados por el sismo del 7 de septiembre.
La primaria y el jardín de niños de la ranchería Acachapan y Colmena quedaron inservibles pues con el temblor se hundieron y las paredes y los pisos se agrietaron.
Con el dictamen de Protección Civil, hace siete meses los padres de familia iniciaron un largo caminar para que las autoridades reubiquen las dos escuelas, sin conseguir nada hasta ahora.
En principio se reportaron mil 70 escuelas con algún tipo de daño, después se dictaminó que 25 eran las que necesitaban atención urgente, pero en ninguna se hizo nada y en aquellas donde hasta hoy se usan aulas prestadas ya hay preocupación.