Buenos Aires.- Argentina dejará que las firmas de combustible fijen libremente sus precios de venta desde agosto, según un funcionario del Ministerio de Energía familiarizado con el plan, lo que podría alentar inversiones en áreas de crudo pero con el riesgo de impulsar la ya alta inflación y de enfurecer a los consumidores.
Además, la cartera energética -cuya conducción cambió hace dos semanas- está trabajando para establecer un proceso de subastas para el mercado de gas natural ya que espera que ello genere una reducción en los precios, dijo el funcionario, bajo anonimato porque no estaba autorizado para hablar públicamente.
Esas medidas son señales de que el presidente Mauricio Macri está siguiendo adelante con su plan de reformas promercado para atraer inversiones que desarrollen sus enormes reservas de crudo no convencional, incluso en momentos en que alzas de precios globales del petróleo y una abrupta devaluación de la moneda local presionan hacia políticas oficiales más intervencionistas.
Las medidas también llevarán alivio al sector energético del país sudamericano. Los controles de precios han mermado los márgenes de ganancia de las refinerías y hasta causaron que una de ellas decida suspender sus operaciones. El Gobierno liberal de Macri había liberado los precios de combustible el año pasado, como parte de su plan para remover los controles estatales que regían sobre la economía argentina. Pero su administración dio marcha atrás en mayo debido a una fuerte depreciación del peso doméstico.
El acuerdo que el Gobierno firmó en mayo con las tres mayores petroleras del país -la estatal YPF, Shell y Pan American Energy- también fijó el precio del crudo local en 68 dólares por barril, unos 10 dólares por debajo del valor Brent, para mitigar el impacto del congelamiento de tarifas para las refinadoras.
El funcionario explicó que al liberar los precios de venta al consumidor el Gobierno apuesta a que las empresas limiten sus alzas para evitar perder clientes frente a sus competidores, mientras que el congelamiento del precio del crudo alentaría más inversión en perforación local que reduciría las importaciones.
El Gobierno y las petroleras modificaron su acuerdo el mes pasado, para permitir alzas del 5 por ciento en junio y del 3 por ciento en julio. Hasta ahora, no estaba claro qué ocurriría en agosto. A pesar de esas alzas, tres fuentes de la industria petrolera dijeron recientemente a Reuters que no están ni cerca de haber trasladado a los consumidores los incrementos de costos del crudo.
El mes pasado, la comercializadora global Trafigura anunció la suspensión de las actividades en su refinería en la ciudad portuaria de Bahía Blanca, donde producía 30.500 barriles por día, “a causa del desfasaje entre los precios de los combustibles y los costos de producción e importación”.