Madrid, España.- Un barco de ayuda humanitaria que transportaba a 60 inmigrantes rescatados cerca de Libia atracó en Barcelona el miércoles después de ser rechazado por Malta e Italia, en el último ejemplo de las divisiones en Europa en materia de inmigración.
El presidente del nuevo Gobierno socialista español, Pedro Sánchez, ofreció recibir a los inmigrantes rechazados por Italia y Malta, que se encontraban a menos distancia, por segunda vez en un mes.
La inmigración irregular en el mar Mediterráneo se ha reducido considerablemente. Este año llegaron a Europa por vía marítima cerca de 45.000 personas en comparación con la cifra de más de un millón en 2015, pero ha causado una mayor división a nivel político.
La semana pasada, los estados miembros de la Unión Europea acordaron reforzar sus fronteras y gastar más en Oriente Medio y el norte de África para reducir el número de inmigrantes y establecer nuevos centros en los que puedan ser atendidos.
En un video publicado en Twitter por un miembro de la tripulación, hombres, mujeres y niños cantaban y vitoreaban a la llegada del barco de rescate Open Arms, operado por la ONG española Proactiva Open Arms, al puerto de Barcelona para atracar junto a cruceros y buques de carga.
El mes pasado, España recibió a 629 inmigrantes a bordo del Aquarius, otro barco de rescate.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, escribió el miércoles en Twitter: “Podrían haber muerto, pero están vivos”. “Estos son el mar Mediterráneo y la Europa que queremos, los que celebran y protegen la vida. Gracias”, añadió.
Los inmigrantes, entre quienes había cinco mujeres y cuatro niños, tienen diferentes nacionalidades, entre los que se encuentran palestinos, sirios y guineanos. Recibieron atención médica antes de ser procesados por la policía.
La mayoría de españoles están a favor de acoger y colaborar en la integración de los refugiados y sienten que su anterior gobierno conservador no hizo suficiente, según encuestadoras.