Lengua de Señas: El puente que nos acerca en un mundo globalizado
En un mundo donde hay constante contaminación auditiva, las personas con sordera necesitan de espacios inclusivos; su herramienta: la Lengua de Señas.
En un mundo cada vez más globalizado y diverso, es fundamental que las ciudades se conviertan en entornos inclusivos para todas las personas, sin importar sus capacidades físicas o sensoriales. Sin embargo, para aquellos que son sordomudos, vivir en ciudades no inclusivas puede ser una experiencia abrumadora y desafiante.
Imaginemos caminar por las bulliciosas calles de una ciudad sin poder comunicarse efectivamente con aquellos que nos rodean. Para las personas sordomudas, esta es una realidad diaria. La falta de conocimiento y comprensión de la lengua de señas por parte de la sociedad puede generar barreras significativas en su vida cotidiana.

En la Ciudad de México vivimos más de ocho millones de personas en medio de un caos vehicular que produce inmensas cantidades de ruido, pero Cristal, una joven sordomuda, no puede oír nada de eso.
Para cruzar una avenida grande, Cristal tiene que poner atención a las señales visuales, sin embargo, si no está atenta al tráfico puede no escuchar cuando viene una motocicleta o un auto a toda velocidad.
En el caso de la CDMX, a pesar de ser una metrópolis vibrante y llena de oportunidades, la falta de inclusión para las personas sordomudas es un desafío constante. La falta de conocimiento de la lengua de señas por parte de la población en general dificulta la comunicación y el acceso a servicios básicos.
¿Qué es el lenguaje de señas?
El lenguaje de señas es una forma de comunicación visual y gestual utilizada por las personas sordomudas para expresar sus pensamientos, emociones y necesidades. Es un sistema lingüístico completo y complejo, con su propia gramática y vocabulario. Sin embargo, a pesar de su importancia, muchas personas desconocen su existencia y no se toman el tiempo para aprenderlo.
La falta de conocimiento de la lengua de señas en la sociedad tiene consecuencias negativas para las personas sordomudas. Se enfrentan a dificultades para acceder a servicios básicos como atención médica, educación y empleo. Además, la falta de comunicación efectiva puede generar aislamiento social y emocional, ya que se ven limitadas en su capacidad para establecer relaciones y participar plenamente en la vida comunitaria.
Es fundamental que las ciudades tomen medidas para fomentar la inclusión de las personas sordomudas. Esto implica no solo proporcionar intérpretes en lugares públicos, sino también promover la educación sobre la lengua de señas en las escuelas y en la sociedad en general. La sensibilización y la capacitación son clave para construir una sociedad más inclusiva y equitativa.