México es de los países que ha abolido por completo la pena de muerte, desde hace más de sesenta años no se lleva a cabo y desde 2005 no es legal bajo ninguna circunstancia.
Mis bisabuelos alojaron a treinta jóvenes en su casa durante semanas en octubre de 1968, que corrían el riesgo de vida si tan sólo eran vistos caminar por la calle; pero no les permitían asomar ni la nariz por la ventana, ya que mi bisabuelo era militar en el activo y de ser descubierto, sería fusilado por traición a la patria.
En la actualidad, el delito de traición a la patria en México solamente es sancionado con prisión o multa, pero otros delitos como homicidio, feminicidio, secuestro y tortura tienen el mismo castigo, encierro.
Relación entre democracia y pena de muerte
En Estados Unidos, el estado con la tasa más alta de criminalidad es Nuevo México, pero ahí es inconstitucional la pena capital, a pesar de estar flanqueado con Texas, Oklahoma y Arizona, todos estados con pena de muerte vigente. Es uno de los países con mayor polémica por seguir recurriendo a la pena de muerte y los grupos de defensa de Derechos Humanos constantemente se manifiestan en su contra; a diferencia de países regidos por la ley Sharia donde sigue siendo indiscutible su aplicación, incluso por crímenes no violentos.
A pesar de ser un país mayoritariamente musulmán, Turquía no es un estado islámico regido por la ley Sharia, y abolió la pena capital en 2004, influido sobre todo por su cercanía a occidente por lo que ha firmado tratados de Derechos Civiles que restringen la aplicación de este castigo. Aunque la ocupación carcelaria ha aumentado estas dos décadas, el terrorismo y los homicidios han disminuido.
A simple vista parece que los países más democráticos son los que menos aprueban la pena de muerte, pero India, la democracia (por su ley) más grande del mundo, seguido por Estados Unidos e Indonesia, siguen aplicando la pena de muerte.
Venezuela, Sudáfrica, Papua Nueva Guínea y Honduras, están entre los cinco países con mayor criminalidad en el mundo, los tres con la pena capital completamente abolida en su constitución. China y Arabia Saudita tienen casi las mismas cifras de crimen que Noruega y Austria, siendo los primeros regímenes ultra autoritarios y los segundos democracias parlamentarias con altísimos niveles de desarrollo humano.
La criminalidad está ligada al índice de desarrollo humano más que al autoritarismo, y la pena de muerte no hará desaparecer el crimen.
Aunque puede parecer disuasor, la pena capital no es tan intimidante cuando las condiciones de vida son atroces.