En los últimos días, el volcán Popocatépetl ha registrado una intensa actividad que ha puesto los ojos de todo México en su cráter, pues entre las pequeñas erupciones y la intensa caída de ceniza que han provocado sus exhalaciones, “Don Goyo” refrendó su popularidad como uno de los volcanes más activos y peligrosos del mundo, según informó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Luego de su reciente actividad, el propio Cenapred dio a conocer un informe en el que confirmaron las exhalaciones con vapor de agua, gases volcánicos y ceniza, además de una erupción estromboliana que dejó imágenes impactantes respecto a su peligro, pero además informaron la alerta por la formación de domos en el cráter.
¿Qué son los domos del volcán Popocatépetl?
De manera concreta, el domo de un volcán es una cubierta de lava semicircular que se forma encima del cráter y tapa el flujo del material incandescente, por lo que es catalogado como de alto peligro debido al riesgo que tiene de explotar debido a la presión ejercida por el propio material volcánico.
Y es que si la presión dentro del domo se sigue acumulando hasta el extremo, es probable que exista una explosión y lancen los fragmentos alrededor del cráter y se genere uno con una forma distinta.
¿Por qué se forman domos en el volcán Popocatépetl?
De acuerdo con el Cenapred, la formación de los domos del volcán se produce porque la lava viscosa se solidifica en la punta del cráter al entrar en contacto con el aire frío. Cuando esto sucede se empiezan a acumular gases y, por lo tanto, incrementa la presión paulatinamente hasta que se genera una explosión.
En toda la historia, el volcán Popocatépetl ha tenido 80 domos que han tenido que ser destruidos por la propia presión en su interior, por lo que aunque no es una situación atípica, el riesgo siempre está latente cuando se trata de un volcán activo.
¿Cuándo fue la última vez que hizo erupción el Popocatépetl?
La última vez que el volcán Popocatépetl tuvo una erupción fuerte fue la del 11 de abril de 2020. Es considerado como uno de los más monitoreados del mundo y también es uno de los más peligrosos, pues a partir de 1993 presentó un incremento notable en la emisión de vapor y gases, lo que desencadenó el 21 de diciembre de 1994 una serie de explosiones y una densa nube de ceniza que alarmó a toda la población.
