Así es la revisión de rutina de un jaguar; ¡especialistas solo tienen 45 minutos!

Es el felino más grande e imponente de América Latina y vive en México, es el jaguar y en Zona Verde lo llevaremos a ver una revisión de rutina para saber las condiciones del animal.

El jaguar (Panthera onca) ha ocupado un lugar importante en la religión y mitología de muchas culturas precolombinas (olmecas, zapotecas, toltecas, aztecas y mayas, entre otras). Ha sido representado dentro de la iconografía de huicholes, tarascos y huastecos.

El jaguar es el felino de mayor tamaño en América y el tercero en el mundo, solo después del tigre y el león, que mide entre 1.12 y 1.85 metros y su peso va de los 45 a los 160 kilogramos.

El felino es anestesiado, lo vacunan, le checan la dentadura, las garras y demás partes. Para este procedimiento solo tienen de 45 minutos a una hora para revisarlo. Tiempo que a cualquiera le elevaría la sensación de tensión, pero los profesionales ya saben lo que tienen que hacer y cómo.

“Se les revisa cómo está su dentición, también se le revisa sus cojinetes, sus garras, si es necesario se les recorta un poco, se le toma muestra de sangre”, señala Paola Lazcano de Bienestar Animal.

También toman muestras de pelo, para un estudio de biología molecular que se está haciendo en asociación, en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional y la muestra de sangre, para encontrar los parámetros normales.

Este ejemplar fue rescatado por las autoridades, tiene aproximadamente ocho años, un peso de 70 kilogramos; es un macho adulto y su característica principal es que es melánico. “En los jaguares podemos tener aquellos que presentan la coloración amarilla que conocemos y aquellos que tiene mayor concentración de melanina”, dice Paola.

Para el cuidado de los jaguares, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realiza acciones de inspección y vigilancia, así como concientización de la protección del hábitat del jaguar, con el objetivo de disuadir la comisión de ilícitos, así como combatir el tráfico de ejemplares y productos de vida silvestre que se distribuyen en dicho hábitat, también se encarga de la gestión de Comités de Vigilancia Ambiental Participativa, conformados por habitantes de comunidades en donde se distribuye el jaguar y que fungen como vigilantes de la especie en sus comunidades.

En México, el jaguar se localiza desde el sureste hasta el Río Bravo en el Golfo y en la Sierra Madre Occidental, en la costa del Pacífico, hasta los límites con Belice y Guatemala. Actualmente, los estados donde se encuentran las poblaciones más importantes de jaguar son Campeche, Chiapas y Quintana Roo.

Las Áreas Naturales Protegidas (ANP’s) en donde se han reportado las mayores poblaciones son: la Reserva de la Biosfera Calakmul en Campeche y la Reserva de la Biosfera Sian Ka’an en Quintana Roo.

Habita en bosques tropicales densos, bosques lluviosos y espinosos, bosques de montaña, de pino-encino, tropicales perennifolios, caducifolios y subcaducifolios, así como zonas pantanosas y manglares.

El jaguar es importante porque modifica las densidades poblacionales de sus presas y es uno de los factores limitantes de estas, entre otras cosas. Cuando los grandes depredadores desaparecen, comienzan a actuar fenómenos en cadena que desestabilizan los ecosistemas y les puede llevar al deterioro.