Todos conocemos a alguien (o somos ese alguien) que le habla a los perros como si fueran humanos: un niño chiquito, un mejor amigo o una persona más en casa. Algunos les hablan, cuentan su día, sus planes o sus enojos. ¿Y sabes qué? No está mal. De hecho, la psicología respalda que este comportamiento revela varias cosas buenas sobre ti.
¿Qué significa hablarle a los perros como si fueran humanos?
De acuerdo con el psicólogo clínico Stanley Coren, autor de libros como The Intelligence of Dogs y colaborador frecuente en Psychology Today, hablar con nuestras mascotas no solo es normal, sino también beneficioso para la salud mental.
El especialista explica que hay 3 rasgos que más se repiten en las personas que tienen esta costumbre. Son:
1. Alta empatía y vínculo emocional fuerte
Las personas que hablan con sus perros suelen tener un nivel de empatía muy elevado. Esto significa que son capaces de detectar cómo se sienten los demás, incluso si ese “otro” no puede hablar.

Según Coren, este tipo de vínculo emocional permite que el dueño reaccione de forma más sensible: si el perro está inquieto, se calma; si está contento, se celebra con él. Para muchos, el perro es un miembro más de la familia, y ese trato emocional se nota en cada interacción.
2. Inteligencia emocional e introspección
Quienes suelen conversar con sus mascotas también tienden a tener una inteligencia emocional desarrollada. Saben nombrar lo que sienten y lo expresan sin miedo, aunque sea frente a un ser que no puede responder con palabras. Hablar en voz alta, según The British Journal of Psychology, ayuda a ordenar pensamientos y emociones, especialmente en personas que prefieren la calma de casa a los entornos sociales exigentes.
Este tipo de introspección también se relaciona con el autoconocimiento. La mascota, al no juzgar ni interrumpir, se convierte en un canal perfecto para que la persona explore sus ideas sin filtros.
3. Pensamiento creativo y presencia plena (mindfulness)
Aunque no lo parezca, hablar con tu perro estimula tu creatividad. Como no esperas una respuesta racional, tu mente trabaja de forma libre, expresiva, incluso lúdica. Estudios de la Universidad de Wisconsin han relacionado este tipo de monólogos con mayores habilidades cognitivas, especialmente en personas que resuelven problemas de manera innovadora.
Ritual para recuperar a tu mascota
Y por si fuera poco, también tiene un componente de mindfulness. Estás ahí, presente, conectado con tu mascota en el aquí y el ahora. Algo que muchos terapeutas hoy en día promueven como una herramienta para reducir el estrés y mejorar la salud mental.
¿Hablarle a tu perro es raro?
Hablarle a tu perro como si fuera una persona no tiene nada de malo. De hecho, es una señal de sensibilidad, conexión emocional y habilidades cognitivas altas. Y aunque algunos lo vean como algo gracioso o exagerado, lo cierto es que estas conversaciones peludas dicen mucho sobre la forma en que sentimos, pensamos y nos relacionamos con el mundo.