El chef Adrián Herrera es conocido por sus frases filosas, su carácter directo y su estilo culinario sin filtros. Pero lo que muchos no saben es que antes de los fogones, su camino iba, por otro lado, completamente distinto.
Así es, el mismo chef que hoy evalúa platillos en MasterChef México alguna vez se imaginó usando bata blanca, no mandil. ¿Lo sabías?
¿Qué carrera estudió el chef Herrera antes de dedicarse a la cocina?
Mucho antes de convertirse en una figura clave de la gastronomía mexicana, Adrián Herrera estudió medicina durante dos años.
Fue una etapa que él mismo ha descrito como parte de su búsqueda personal, aunque finalmente decidió dejarla atrás para seguir algo que, aunque menos convencional, lo hacía vibrar: cocinar.
También pasó una temporada trabajando en el rancho ganadero de su familia, lo que terminó conectándolo con ingredientes, técnicas y sabores que más tarde llevaría a sus restaurantes.
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¿Cómo fue el cambio del chef Herrera?
El giro no fue solo de carrera, sino de estilo de vida. Al dejar la medicina, Herrera se lanzó de lleno a la cocina como autodidacta, sin una formación formal en escuelas gastronómicas, pero con una obsesión absoluta por dominar su oficio.
Hoy no solo dirige varios restaurantes en Monterrey, también escribe libros, toma fotografías y ha creado una editorial propia: Norte Oscuro. Todo esto, mientras sigue compartiendo su visión culinaria en televisión y concursos gastronómicos de alto nivel.
El chef Adrián Herrera se convirtió en uno de los rostros más reconocibles de MasterChef México gracias a su estilo directo, su sarcasmo afilado y su ojo clínico para detectar talento culinario.
Desde su llegada al programa en 2015, no solo aportó experiencia, sino una personalidad que rompió con los moldes tradicionales de los chefs de televisión.
Más allá de sus platos o de sus frases polémicas, el chef Herrera destaca por su autenticidad. No sigue recetas, sigue instintos. Combina su mirada artística con la cocina norteña y le da a cada proyecto un sello muy personal. Dejó atrás la carrera de medicina, sí, pero encontró en la cocina su verdadero camino.