El tráfico de drogas fue lo habitual en su casa, en su barrio y en su mundo.
Secuaz y fiel compañera de celda de Zulema, los deseos de su compañera son órdenes para ella y no le tiembla el pulso si tiene que amenazar, sacar cuchillo e incluso matar cuando alguien la molesta.
Locamente enamorada de Rizos a pesar de haber roto con ella hace algún tiempo hará lo que sea por volver con ella.