El pasado mes de agosto, Tory Lanez fue condenado a una pena de diez años de cárcel por disparar a la también cantante Megan Thee Stallion. Los hechos ocurrieron en el año 2020, después de que los dos artistas abandonaran en el mismo coche una fiesta celebrada en casa de la estrella televisiva Kylie Jenner, y ella acabó recibiendo un disparo en el pie en circunstancias sobre las que existen versiones muy diferentes.
Finalmente el rapero ingresó en prisión en septiembre del año pasado, y desde entonces ha denunciado en varias ocasiones que su vida corre peligro porque se ha convertido en el “objetivo directo” de otros reos violentos debido a su “estatus de celebridad”. Las malas noticias para el músico se van acumulando.
Ahora, su esposa Raina Chassagne ha dado por terminado su matrimonio, como se desprende de la demanda de divorcio que presentó la semana pasada, alegando diferencias irreconciliables. En cuestión de unas semanas, la pareja iba a celebrar su primer aniversario de boda tras casarse en junio de 2023. Raina también ha solicitado la custodia física y legal de su hijo de 7 años llamado Kai. Curiosamente, su esposa fue una de las personas que escribió cartas al juez que dictó la condena de Tory antes de que se conociera el fallo para pedirle que se mostrara benevolente.
El artista siempre ha defendido su inocencia, pese a que trascendieron vídeos de Megan saliendo del automóvil con el pie ensangrentado cuando la policía les dio el alto. También se negó a disculparse públicamente con su compañera de profesión sin importarle que esta medida podría haber contribuido a una rebaja de su pena. Tras su condena, Tory prometió que lucharía contra el veredicto, porque una estancia en prisión no era suficiente para asustarle y hacerle renunciar a su buen nombre.
“Independientemente de cómo intenten tergiversar mis palabras, siempre he mantenido mi inocencia y siempre lo haré", aseguró en un comunicado de Instagram. “Esta semana, ante el tribunal, asumí la responsabilidad de todos los momentos verbales e íntimos que compartí con la otra parte afectada... Eso es todo. De ninguna manera me disculpé por los cargos de los que se me condena injustamente. Sigo manteniendo la postura de que me niego a disculparme por algo que no hice. Me he enfrentado a la adversidad toda mi vida, y cada vez que parecía que iba a perder, salía victorioso. Esto no es más que otro momento en el que estoy entre la espada y la pared y me niego a dejar de luchar hasta ganar”.
La rapera, cuyo verdadero nombre es Megan Pete, aseguró ante el juez que Tory Lanez se puso furioso cuando ella se negó a admitir que habían mantenido una relación física ante una tercera persona que viajaba con ellos. La situación se volvió muy tensa y empezaron a discutir: ella se burló de su talento musical y al final le exigió que la dejara bajarse del coche. Cuando lo hizo, escucho a Tory gritarle que ‘empezara a bailar’, y al darse la vuelta descubrió que la estaba apuntando con una pistola. Según ella, el rapero la disparó hasta en cinco ocasiones, y al final regresó al vehículo para salir huyendo de la escena de los hechos.
Megan también testificó bajo juramento que el artista canadiense le había ofrecido un millón de dólares para que guardara silencio sobre lo ocurrido, explicándole que estaba en libertad condicional por un delito de armas. “No sólo me disparó, sino que se burló de mi trauma... intentó posicionarse como la víctima y se propuso destruir mi carácter y mi alma”, aseguró la rapera en el estrado.
