En la comunidad de Portuguese Bend, ubicada en la península de Palos Verdes, California, los residentes enfrentan una dura realidad. Después de años de movimientos de tierra casi imperceptibles, el suelo bajo sus pies comenzó a desplazarse a una velocidad alarmante, lo que provocó el destrozo de viviendas y forzó a las autoridades a emitir órdenes de evacuación.
Pese a la advertencia del propio gobernador local, Gavin Newsom, muchos de los habitantes se niegan a abandonar sus hogares y argumentan que su conexión con el lugar es más fuerte que los peligros que enfrentan. Descubre a qué se debe esta peculiar decisión y qué podría pasar en los próximos días.
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La postura de la comunidad de California frente a la orden de evacuación
Portuguese Bend, conocida por su naturaleza y su comunidad de artistas independientes, se enfrenta a los deslizamientos de tierra desde mediados del siglo XX, al igual que toda la ciudad de Rancho Palos Verdes. En 1956, uno de estos fenómenos detuvo el desarrollo de la zona, lo que permitió a muchas familias comprar propiedades a precios accesibles.
Durante décadas, el movimiento del suelo fue lento, sin casi afectar la vida de la población local. Sin embargo, en los últimos años y como consecuencia de algunas tormentas severas, el deslizamiento de tierra se aceleró, lo que provocó grietas en las viviendas y carreteras.
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A pesar de las advertencias de las autoridades y la declaración de estado de emergencia, los residentes tomaron la controvertida postura de quedarse. “No nos vamos”, afirmó rotundamente en diálogo con CNN Sallie Reeves, de 82 años, cuya casa quedó destruida por el movimiento del terreno.
Soluciones comunitarias ante la falta de apoyo en Portuguese Bend, California
La respuesta de las autoridades californianas fue vista como insuficiente por los residentes. Aunque la ciudad de Rancho Palos Verdes intentó colaborar con ellos, los habitantes aseguran que ellos mismos debieron tomar la iniciativa.
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Instalación de paneles solares, generadores y un sistema séptico son solo algunas de las medidas que implementó la comunidad por su cuenta. Sheri Hastings, una de las residentes afectadas, criticó duramente a las autoridades locales por no tener un plan claro para la evacuación ni para la gestión de la crisis.
