Estados Unidos cuenta con una gran oferta de actividades y paisajes y uno de sus estados más aclamados es el de Florida, por sus playas de arena blanca y agua cristalina. Entre sus peculiaridades, cuenta también con un pequeño pueblo en el condado de Madison, en el Parque Estatal Suwannee River, que en su momento protagonizó un gran auge y ahora se quedó en ruinas luego de convertirse en el escenario de un hecho criminal.
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Se trata de Ellaville, una ciudad de Florida que en 1800 atrajo a una oleada de residentes que buscaban oportunidades laborales, al ser el centro de los aserraderos y la construcción de vagones de ferrocarril. Este pueblo se fundó cuando George Drew construyó una gran mansión en la orilla del río y denominó el territorio en honor a su antigua empleada Ella, una superviviente afroamericana.
Con su empeño y esfuerzo, el molino del aserradero de vapor de Ellaville se convirtió en el más grande de Florida y le dio trabajo a más de 500 personas. Posteriormente, contaría con sucursales en Nueva York y Jacksonville.
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¿Qué pasó en Ellaville?
En 1895, dos hombres afroamericanos fueron apaleados en Ellaville y la famosa ciudad alabada por sus habitantes ya no era considerada segura. Varias décadas después, sus visitantes pueden observar las ruinas de la arquitectura que un día fue recorrida por miles de admiradores de su encanto, así como de la mansión que ocupó su primer gobernador.
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Drew vendió sus acciones a la empresa Bucki en 1883 y abrió un negocio mayorista vinculado a la madera y a los aserraderos. Pero, en 1900, falleció junto a su esposa. La ciudad cayó en el olvido y poco después contaba tan solo con 300 habitantes. En la actualidad, sus visitantes pueden admirar la historia que atravesó a través de sus ruinas.
