Por Regina Barbero
¿Hacia dónde voy? ¿Por qué estoy aquí en la Tierra?
Este tipo de preguntas son muy comunes en las distintas etapas de la vida, sobre todo en la adolescencia. Te voy a contar una historia:
Paulina acaba de iniciar tercero de secundaria, se pregunta a sí misma si valdrá la pena seguir estudiando o si mejor inicia un negocio con su prima que es mayor y le está yendo muy bien económicamente. Se cuestiona también qué pasa con los novios, si es bonita y si algún día Ramón le hará caso. En algunas ocasiones tiene peleas con sus papás y termina preguntándose, ¿Qué hago aquí en la Tierra?
Como podrás darte cuenta Paulina, como muchos otros adolescentes e inclusive adultos tiene preguntas que muchas veces no podemos responder, esto no es grave pero a continuación te daré algunas pautas para educar en el sentido de vida; así podrás entender cómo vivir con un propósito, encontrar la razón de vivir, levantarse cada día entusiasmados por tener nuevas experiencias y sobre todo vivir una vida libre de adicciones.
Qué sí hacer con cada uno de tus hijos:
- Es importante que tu hijo tenga responsabilidades en casa, según la edad, pero que contribuya con las tareas del hogar, tu acompañamiento debe ser amoroso y colaborativo.
- Si se le dificulta la escuela, motivarlo a encontrar lo que le apasiona, lo que sí le gusta aprender y reforzar eso, si le apasiona la música, motivarlo a encontrar la manera de relacionar su pasión con las cuestiones académicas que quizá le cuestan trabajo (por ejemplo materias como física o química).
- Hablarle en positivo y reconocer sus logros, en vez de “eres un flojo” o “eres una irresponsable” puedes decir; veo que te está costando trabajo hacer tus deberes, ¿cómo puedo ayudarte?, veo que te está costando trabajo entregar las tareas a tiempo, ¿quieres contarme qué pasa?
- Cuando haya dificultades de cualquier tipo, comparte cómo te sientes, y qué estás aprendiendo de esto que te está pasando.
- Cuando haya alegrías, procura compartirlas también, habla de cómo te sientes, de qué es lo que más valoras de la vida.
- Cultiva la gratitud, cada día puedes hacer un espacio donde cada miembro de la familia, pueda compartir de qué está agradecido, esto ayudará a que tu y tu hijo, puedan ver lo positivo, a pesar de la adversidad.
- Fomenta metas claras, que tu y tus hijos tengan planes y proyectos hacia cosas que quieren lograr, viajes por hacer, ahorros, emprendimientos, que motiven a ser mejor cada día.
- Cuida tus hábitos así como cuidas tu alimentación, cuida tus pensamientos porque también se vuelven hábitos, los pensamientos negativos donde vemos todo negro, nos hacen sentir ansiosos y sin sentido, identifica en qué situaciones tu mente te miente.
- Limita el uso de pantallas, sin duda poner límites es muy difícil pero su uso excesivo ocasiona que solo encuentren entretenido y divertido estar detrás de una pantalla y no encontrar gozo en otras cosas sencillas de la vida, los límites darán seguridad y ayudarán a encontrar otras cosas agradables que hacer.
- Evita regañar y culpabilizar cuando tu hijo no sabe qué hacer con su vida, este tipo de conversaciones no construyen y solo generan ansiedad y vacío, en vez de esto puedes escuchar cómo se siente, ayudarlo a conocerse y encontrar qué cosas le apasionan en la vida y hacen brincar su corazón.
- Evita evadir las llamadas de atención, en ocasiones a los papás les duele saber que su hijo ha pensado suicidarse, se corta o está en relaciones destructivas y no piden ayuda. Pedir ayuda es de humanos, y vale la pena acercarse a profesionales de la salud para pedir ayuda, platicar de lo que está pasando en casa.
Espero que estos pequeños consejos te ayuden a fortalecer una vida que merezca ser vivida, trabaja en tu sentido de vida también, con experiencias y relaciones ricas que te hagan ser mejor y saquen tu mejor versión.
Vive plenamente
Vive Sin Drogas
