POR: Mtra. Nutrición Clínica Montserrat Garralda
Algo que realmente necesitamos, ¡y más ahorita!, es que nuestro sistema de defensa actúe correctamente, no lo queremos ni más bajo porque se presentan alteraciones, ni más alto porque también hay consecuencias, por eso necesitamos moderar su función para que funcione ADECUADAMENTE.
Para protegernos de las enfermedades tenemos dos sistemas de defensa en nuestro cuerpo llamadas la línea de defensa innata y adaptativa.
Se los explico concretamente y a muy grandes rasgos:
El innato es la primera línea de defensa como la piel, saliva, sudor, lágrimas, pH del estómago, enzimas y algunas células y receptores encargadas de comer, encapsular y/o eliminar a patógenos o sustancias dañinas.
Sin embargo, el sistema adaptativo son moléculas que mejoran la línea de defensa y generan memoria, es decir, ante algún evento igual o del mismo estilo tienen memoria y actúan de manera más rápida y eficaz.
Para que nuestro sistema inmune actúe de forma adecuada, hay que tener una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas, minerales y nutracéuticos los cuales en conjunto le dan a cada célula lo que necesita para que funcione bien. De esta manera el sistema de defensa no se queda con una reacción por debajo o muy por encima que las dos podrían ser fatales para la salud.
Para esto yo te recomiendo:
· Incluir diariamente frutas y verduras (si son frescas mejor, sino, podemos tener opciones congeladas o enlatadas, solo hay que revisar que no tengan azúcar añadida).
· Consumir por lo menos cada cinco días leguminosas, su fibra ayuda como prebiótico intestinal.
· Elegir cereales integrales para obtener fibra y mejorar la salud intestinal
· Cocinar con especias para obtener los nutracéuticos.
· Las opciones de proteína pueden variar, procura los cortes con menos grasa y pregúntale a tu nutriólogo de confianza por la mejor opción para ti.
· Hidrátate con agua simple, inclusive en esta época de frío, el agua es indispensable para que nuestro cuerpo funcione bien, puedes buscar tés o infusiones.
· Realiza ejercicio diariamente, eso ayuda al sistema inmune.
· Duerme entre 6-8 horas diariamente en horarios adecuados, evita desvelarte para no acumular más grasa corporal.
Cuando nutrimos cuerpo, mente y alma nos mantenemos mejor preparados ante la adversidad.
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