La leyenda azteca del conejo en la Luna y su relación con Quetzalcóatl

¿Has visto que en la cara de la Luna se puede ver la figura de un conejo? Los aztecas tenían una leyenda que lo explica.

Por: Carolina Loaiza | TV Azteca Digital
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conejo de la luna
Crédito: Pexels

Muchas culturas tienden a relacional el conejo con la Luna porque se puede ver este animal reflejado en el satélite de la Tierra; sin embargo, destaca la leyenda de la cultura azteca, donde Quetzalcóatl tiene un papel primordial.

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¿Qué dice la leyenda del conejo en la Luna y Quetzalcóatl?

Según cuenta la leyenda, una tarde de verano, el dios Quetzalcóatl pensó en ir a dar un paseo al mundo terrenal, aunque se olvidó de un punto muy importante; como serpiente emplumada, podría atemorizar al mundo o a quien lo viera, por lo que decidió que lo mejor sería bajar ala Tierra tomando un nuevo aspecto humano y común.

Todo el día que estuvo en la Tierra, se dedicó a caminar por un sinfín de lugares, admirando los paisajes terrenales y todo lo que el mundo brinda. Cuando la tarde comenzaba a caer y la noche no tardaba en llegar, a Quetzalcóatl comenzó a darle hambre, además de estar cansado por todo su andar, sin embargo, no paró su andar.

Ya de noche, la Luna lucía anaranjada y con un brillo especial, rodeada de estrellas que lucían aún mejor a su lado; fue entonces, cuando Quetzalcóatl detener su paseo, aunque continuó admirando la Tierra asombrado de que aún de noche luciera tan bella, lo que lo hizo reflexionar y pensar que el mundo merecía contenplarse con detenimiento.

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En ese mismo instante, se sentó sobre una gran piedra en medio del camino, y fue cuando se le acercó un pequeño conejo que no dejó de mirarlo con mucha atención mientras movía sus característicos bigotes y comenzaron una peculiar plática.

Dentro de la conversación, el conejo le invitó de su zanahoria al verlo hambriento, sin embargo, Quetzalcóatl aseguró que no la quería, pues no pretendía quitarle el sustento a un ser vivo, pero fue cuando el pequeño conejo le contestó algo que lo dejó perplejo.

‘Sólo soy un pequeño e insignificante conejo No dudes en tomarme como tu alimento cuando cuando creas que no puedes más. EN la Tierra, todos debemos encontrar la manera de sobrevivir’

Al escuchar al conejo, Quetzalcóatl lo tomó entre sus manos elevándolo hacia el cielo, justo donde el brillo de las estrellas era más fuerte. Lo alzó tanto, que su silueta quedó grabada en la Luna.

Fue así como la silueta del pequeño conejo quedó en la Luna para que los hombres recordaran al paso de los siglos la bondad del animal, así como su humildad, generosidad y desprendimiento.

El mito del conejo en la Luna en otras culturas

Aunque son muchas culturas las que tiene leyendas al rededor de la Luna y las formas que logran ver en ella, China y Japón, al igual que en México, tienen sus propias leyendas con el satélite y este pequeño animal.

En China creen que el conejo se encuentra en la Luna como elixir de inmortalidad, mientras que del lado espiritual, lo ven como símbolo de longevidad, gracia, bondad, sensibilidad y buenos modales.

Por otra parte, en Japón ven al conejo en la Luna amasando un dulce típico del país llamado ‘mochi’, y esta palabra en japonés significa ‘luna llena’.

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Los cráteres de la Luna que hacen posible ver un conejo

Los cráteres que tiene la Luna son aquellos que, gracias a la luz que llega a la Luna, o no llega, forma las figuras que se logran ver en ciertas fases lunares.

Cuando la Tierra pasa entre el Sol y la Luna, la obscuridad cubre los cráteres y relieves del satélite, momento perfecto para ver las formas, como el conejo.

¿Cómo ver el conejo en la Luna?

Las noches en que la Luna está llena o completa, son los momentos perfectos para observar con detenimiento el satélite de la Tierra y encontrar sin muchos problemas la silueta del conejo; pero por partes, las orejas del conejo se iluminan en la Luna creciente, mientras que la cola se ve en su fase menguante.

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