En la oscuridad del Metro de la Ciudad de México, una leyenda urbana sigue aterrando a los usuarios frecuentes de la Línea 5. Se trata del temido Vagón Fantasma, un tren aparentemente normal que aparece entre las estaciones Oceanía y Politécnico, pero que oculta un oscuro secreto: quien sube, rara vez vuelve a bajar en el mismo lugar.
Extranormal | Terror en las Fábricas
Testigos han reportado que, en ciertas noches, un vagón vacío aparece cuando el andén está silencioso. Sus puertas se abren lentamente, como si invitaran al pasajero a entrar. No hay ruido. No hay otros usuarios. Solo el zumbido de las luces fluorescentes y el eco de tus propios pasos. Intrigado, decides subir. Las puertas se cierran con un chirrido metálico y el viaje comienza.
Pero entonces algo extraño ocurre: el tren no se detiene en la siguiente estación. La velocidad aumenta, las luces comienzan a parpadear y luego se apagan por completo. En ese momento, muchos afirman escuchar susurros, llantos y hasta ver siluetas oscuras moviéndose por los vagones.
Cuando por fin la señal regresa y las puertas se abren, el escenario ha cambiado: el tren está vacío, completamente fuera de servicio, y tú estás solo en un depósito olvidado de la red del metro. Algunos aseguran que han despertado horas después sin recordar cómo salieron. Otros simplemente desaparecieron.
¿Fantasía o Realidad?
Aunque las autoridades del Metro niegan la existencia de este fenómeno, los reportes de pasajeros continúan apareciendo en redes sociales y foros de lo paranormal. Muchos coinciden en los detalles: un vagón solitario, el trayecto alterado, y una sensación de no pertenecer a este mundo.
Si viajas por la Línea 5, especialmente en horarios nocturnos, ten cuidado. Si un vagón vacío se detiene frente a ti y todo parece demasiado silencioso, tal vez sea mejor esperar al siguiente tren.