Antes de brillar con su alegría (y algunas otras gracias), el ‘Borras’ estuvo a punto de morir en el abandono, pero, para su fortuna, llegó a rescatarlo la persona más indicada.
Manuel Montero, quien es el encargado de este perrito, lo encontró amarrado con un alambre a una pared de un lote baldío, se encontraba famélico, con neumonía, tenía sarna y estaba lleno de pulgas, conjuntivitis y no podía retener ningún alimento.
Don Manuel y su amigo Leonardo Serrano, son entrenadores caninos profesionales, y como pudieron lo llevaron con otra colega que además es veterinaria, se trata de Adriana Cruz, quien compartió la historia detrás de ese perro saltarín que es la alegría (y de pronto también parte de la tragedia), en ‘Roma’.
‘Borras’ estuvo hospitalizado por un mes, en ese periodo, Manuel Montero fue requerido para participar en ‘Roma’, y el perrito poco a poco iba mostrando mejoría.
Y al final, resultó ser que ‘El Borras’ era el indicado para desempeñarse como el perro de la familia, justo uno muy parecido al que tenían en casa los Cuarón, cuando el afamado director mexicano era niño.
El entrenamiento de este perrito también fue una forma de reintegrarlo a la sociedad, de enseñarlo a disfrutar de la convivencia con la raza humana que tanto lo maltrató en el pasado.
Al final, la historia del ‘Borras’ nos demuestra que a veces sólo necesitamos una segunda oportunidad para volver a confiar.
¿Lo imaginabas?
