Si en general las mujeres han tenido que recorrer un arduo camino para conseguir un lugar en las canchas de futbol, el camino de una mujer turca es todavía mas complejo por una cultura que prohíbe a las mujeres llevar a cabo muchos de sus sueños, y jugar futbol no es la excepción.
Azize Ay contra todas las adversidades, nunca perdió la esperanza de jugar futbol. Su familia se oponía rotundamente y el sistema también.
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Pero esta mujer decidió que no iba a dejar su sueño por nada, y un día, ya en edad madura, metió sus pertenencias en varias maletas y avisó que se iba porque iba a jugar futbol en un club.
Aziza se casó a los 40 años y soñaba con tener hijos y llamarlos como a sus futbolistas preferidos del Fenerbahçer (al que era aficionada), pero por la edad no le fue posible concebir. Esto, lejos de causarle conflicto la llevó a insistir y buscar jugar en un equipo, aunque fuera en categorías menores del fútbol turco.
La “Ronaldo” turca debutó contra el Egranispor
Su oportunidad, por increíble que parezca le llegó a los 48 años: los dueños del Diyarbakirspor le ofrecieron un lugar en su equipo y debutaría a los 49 años. Así comenzó a entrenar con sus compañeras, mucho menores que ella, y quienes la llamaron la “Ronaldo” turca.
Su primer partido fue contra el Egranispor, y aunque jugó sólo 20 minutos, fue la mujer mas feliz del mundo. Pocos días después la invitaron a conocer a los jugadores de su equipo preferido y cumplió otro de sus grandes sueños.
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Desde entonces, Aziza se propuso jugar al menos 60 minutos de un partido y dedicarse a transmitir lecciones de vida a las próximas generaciones con mensajes enfocados a que los sueños se pueden cumplir si se persiguen.
Un ejemplo a seguir para las mujeres que sueñan jugar futbol. Los sueños no tienen edad.
