Athletic Club y Barcelona disputarán el sábado en San Mamés el primer clásico liguero de la temporada en un partido marcado por la vuelta del público a ‘La Catedral’ un año y medio después de que cerrara sus puertas a causa de la pandemia y la ausencia de Leo Messi en las filas azulgranas.
Los casi 11.000 aficionados que podrán acudir a las gradas del estadio bilbaíno serán testigos del primer partido fuera del Camp Nou de la era ‘post-Messi’ cuatro meses después de que el astro argentino guiara al Barça en La Cartuja hacia su último título, el de Copa del Rey, en el último precedente entre ambos equipos.
El Barcelona, como dijo el francés Antoine Griezmann al celebrar esta semana 100 partidos de azulgrana, tiene la mente puesta en ganar fuera de casa en el primer intento esta temporada, después de doblegar en el Camp Nou a la Real Sociedad (4-2) con buenas sensaciones.
El Barcelona llega con la misma plantilla
El triunfo inaugural dejó tan grato sabor de boca a Ronald Koeman que el técnico azulgrana ha calcado la convocatoria para visitar San Mamés, dispuesto a poner unas bases sólidas a su nuevo Barça sin Leo Messi.
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El once titular también podría ser el mismo, todavía con Ter Stegen en la enfermería y Neto bajo palos, confiado Koeman en el liderazgo de Piqué y Busquets y en la sociedad que forman arriba Braithwaite, Memphis y Griezmann.
Griezmann se crece ante el Athletic
Y es que la aportación del francés será clave para seguir el buen camino del nuevo Barça, ya que el Athletic es su víctima favorita: el delantero ha marcado 12 goles en los 25 enfrentamientos que ha tenido contra los vizcaínos a lo largo de su carrera.
Si dulce es la racha del galo contra el Athletic, más todavía lo es el momento de Martin Braithwaite, ya que el danés, que parecía tener las maletas hechas este verano, sumó dos goles y una asistencia contra la Real que le colocan como un fijo para este sábado.
A su lado estará Memphis Depay, la nueva estrella azulgrana, que no vio puerta en el debut liguero pero que cuajó un gran partido e ilusiona a la afición con hechos y con palabras, pues esta semana declaró que Dios le dio el talento de divertirse y “divertir a los demás”. Está por ver si lo logra en San Mamés.
