Los corredores suelen exigir su cuerpo a máxima capacidad durante la rutina. Si bien, las lesiones son algo natural al momento de la práctica deportiva, existen factores y estrategias que pueden disminuir el riesgo. Desde una estrategia sólida para la recuperación de la tensión por la competición, hasta la correcta alimentación pueden ser claves en el bienestar físico del corredor.
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Hay que recordar que las lesiones relacionadas al “running” y disciplinas de resistencia no son exclusivas de los atletas competitivos, sino que también afectan a los principiantes, recreativos y atletas de edad avanzada.
Para evitar lesiones serias, es fundamental seguir un programa de entrenamiento razonable que incorpore el descanso adecuado, escuchar las necesidades de tu cuerpo, fortalecer los músculos específicos relacionados a la actividad, aplicar agua fría y hielo cuando sea necesario, incluso masajear los músculos más trabajados y complementarlos con el estiramiento efectivo antes y después de correr.
Respecto al tema de la alimentación, es importante estar en contacto con un nutriólogo certificado así como un médico con experiencia en el tema deportivo que pueda apoyarte tanto con una dieta balanceada hasta el caso de una anomalía física que el corredor presente.
Al momento de sentir una molestia durante el ejercicio, es recomendable parar en la actividad y acudir a un profesional para evitar riesgos mayores de lesión o enfermedad.
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