Shohei Ohtani, el jugador más versátil de las Grandes Ligas

Cuando Shohei Ohtani aterrizó en los Estados Unidos previo a la temporada 2018 de las Grandes Ligas, sus credenciales eran suficientes para augurarle una carrera exitosa; no obstante, un sector de aficionados al Rey de los Deportes prefirió esperar a verlo y no ‘echar las campanas al vuelo’.

Te puede interesar: Julio Urías se luce con los Dodgers

Desde Japón, advertían que los Angels se habían llevado un diamante en bruto al contratar al joven lanzador, pero ser la estrella de los Hokkaido Nippon-Ham Fighters de su país natal no era suficiente para algunos.

Tres años después, ‘Sho Time’ se ha consolidado como uno de los peloteros más versátiles de la Gran Carpa, debido a que combina –como pocos en la historia- su poderoso brazo con un swing envidiable que lo vuelve un rival incómodo en el plato.

Todo apunta a que, pronto, su nombre aparecerá con frecuencia en los libros de récords. Durante el juego de este domingo entre la novena angelina y los White Sox, el nipón hizo historia; fue pitcher abridor y alineó segundo en el orden al bat, combinación que no se daba en Las Mayores desde 1903.

Te puede interesar: Miguel Herrera es objeto de deseo en la Liga BBVA MX

La presentación, sin embargo, no significó el máximo hito del día para Ohtani; sí lo hizo su inolvidable primera entrada. En la parte alta, desde el montículo, retiró a los primeros tres bateadores de Chicago, con tres lanzamientos de más de 100 millas por hora. Ya en la baja, llegó su primer turno con el madero y conectó el cuadrangular que inauguró la pizarra.

Lo anterior se lee inverosímil, pero no queda ahí. Una de las rectas con las que el japonés dominó a Adam Eaton alcanzó las 100.6 millas y se convirtió en el pitcheo más veloz en lo que va de la campaña. Y su jonrón, que salió a 115.2 millas hacia el jardín derecho, hizo lo propio, como el batazo con más fuerza en el actual curso.

Ohtani se fue sin decisión y fue relevado tras 4.2 innings de labor; además, salió lesionado (sin gravedad), pero nada manchará una de las actuaciones más memorables en el beisbol de la última época.