Entender y poder racionalizar que la certeza laboral con la que contaban se ha ido, que ya no tienes que ir al día siguiente al que habitualmente asistían es de las peores cosas que puede experimentar cualquier persona que está inmersa en la fuerza laboral pero dentro de la NFL y cualquier deporte profesional es un golpe que se debe asumir y asimilar de la manera más rápida para buscar opciones dentro de la liga.
El día de hoy los Texanos de Houston siguen en plena reconstrucción tanto económica como de capital humano y es que han anunciado que dos jugadores más que estuvieron el año anterior de cara a la siguiente temporada no lo harán más, al menos defendiendo los colores de la organización de Houston.
Comúnmente leemos estos cambios y la reacción natural es: “ah” o en todo caso: ¿dónde jugarán la próxima temporada? Pero normalmente no pensamos en el ser humano sino en esta visión comúnmente y socialmente aceptada de ya no estará más. Pensar en el atleta es hacerlo en que tendrá que dejar una ciudad en la que quizás apenas estaba empezando a familiarizarse o en su defecto donde ya ha echado raíces.
También en el caso de ser padre de familia, o haber creado una relación formal con una persona, son ámbitos que normalmente se ven afectados ya que es dejar de lado todas las certezas y arrancar “de cero”. Claro con una relativa certeza económica pero con la continua incertidumbre de donde estará en los próximos meses, donde irán sus hijos a la escuela, o algo tan banal como la tienda de conveniencia a la que normalmente iba.
Texanos se ahorran 20 millones de dólares
Houston hoy da la noticia que se han ahorrado aproximadamente 20 millones de dólares con respecto al tope salarial del próximo año. ¿cómo? Decidieron finiquitar la relación laboral con el centro Nick Martin (que llevaba en el equipo desde ser electo en el 2016) ese corte representó un ahorro para la organización de 8 millones 75 mil dólares.
El otro jugador que tampoco estará con los texanos es el corredor Duke Johnson que a diferencia de Martin había batallado continuamente con el esquema ofensivo del equipo y no se había adaptado en el par de temporadas que llevaba ahí. Esta decisión de “decirle adiós” representa para el equipo 5 millones de dólares. El dinero restante para llegar a los 20 millones que reporta el equipo es por la forma en la que estaban estructurados los contratos.
Así que dos jugadores profesionales ya no estarán más con los Texanos pero hoy también sus familias tendrán que cambiar muy rápido a lo que estaban acostumbradas desde que abrieron los ojos al despertar por la mañana.
