Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y su homólogo de China, Xi Jinping, se reunieron a las afueras de San Francisco durante alrededor de cuatro horas, donde acordaron reanudar sus lazos militares y cooperar en políticas antidrogas, especialmente para frenar el tráfico de fentanilo, previo a la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
China confirmó que acordaron reiniciar sus lazos militares, los cuales rompió Pekín en 2022, tras la visita de nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, a Taiwán, a pesar de las advertencias.
Lloyd Austin, se reunirá con su homólogo chino cuando su cargo sea designado, dijo un alto funcionario estadounidense.
Cabe recordar que en el último años, los ejércitos de Estados Unidos y China han estado varias veces a punto de enfrentarse por diversos incidentes.
China y EU colaborarán para frenar el tráfico de fentanilo
Uno de los principales temas que abordaron los dos líderes mundiales fue la cooperación para atacar el origen del fentanilo, ya que su consumo se ha convertido en un grave problema de salud para Estados Unidos.
Debido al acuerdo, China prometió ir directamente contra las empresas químicas que fabrican precursores de fentanilo.

¿Habrá guerra entre Estados Unidos y China?
Biden dijo que Estados Unidos y China tenían que garantizar que la competencia entre ellos “no se convierta en conflicto” y gestionar su relación “responsablemente”. Afirmó que cuestiones como el cambio climático, la lucha contra los estupefacientes y la inteligencia artificial exigían su atención conjunta.
Después de una sesión matutina de conversaciones y antes de almorzar con Xi, Biden dijo en la plataforma de redes sociales X que era vital que ambos se entendieran “de líder a líder”.
“Hay desafíos globales críticos que exigen nuestro liderazgo conjunto. Y hoy logramos un avance concreto”, dijo, sin dar más detalles.
Después del almuerzo, los gobernantes dieron un breve paseo juntos por el cuidado jardín de la mansión tras una interacción que duró unas cuatro horas. Biden saludó a los periodistas y levantó el pulgar cuando se le preguntó cómo iban las conversaciones. “Bien”, dijo.