A cuatro años del derrumbe en Lomas del Rubí en Tijuana, Baja California, el dolor y el recuerdo de los que ya no están perdura en los familiares y vecinos de la zona afectada.
Las imágenes hablan por sí mismas, son el reflejo de la incertidumbre y la devastación, tras el derrumbe en la colonia Lomas del Rubí.
Eran las siete de la noche de aquel dos de febrero de 2018 cuando el terror se apoderó de todos los vecinos, dos horas después, una cuarteadura de tres metros de separación anunciaba la catástrofe.
Al amanecer el panorama fue desolador, prácticamente una cuarta parte de la colonia cayó en la colina y con ella el patrimonio de poco menos de 200 familias.
Una situación que empezó meses atrás con la construcción de un fraccionamiento en la parte baja de la ladera.
Hoy, Lomas del Rubí luce tremendo hueco en un piso totalmente destruido.
Familias se quedaron
Hay familias que no han abandonado sus hogares tras el derrumbe, dicen, es el esfuerzo de toda su vida y el recuerdo de haber iniciado una vida aquí.
“Nos dijeron que nos teníamos que ir, pero pues en ese entonces no teníamos a dónde irnos, sí dieron casa y todo pero las dieron en obra negra y tiene uno que arreglarlas”, recordó Guadalupe Magdalena, damnificada en Lomas del Rubí.
Han sido cuatro largos años de luchas judiciales y aunque han logrado pequeñas victorias, como la reubicación de 130 familias, hay quienes no alcanzaron a ver el fruto de su lucha.
Es el caso de 17 adultos mayores que fallecieron en espera de una resolución.
“Ella no vio esta solución, ella siguió esperando esta solución, esas respuestas, ese apoyo, esa justicia que tanto exigimos por la pérdida de su casa”, mencionó Mariana, otro de las damnificadas en Lomas del Rubí.
En tanto, se han liberado 300 títulos de propiedad para los afectados, pero algunos se han negado a tomarlos dado que las familias son numerosas.
“Gracias a Dios que ya no se ha movido nada, ya no, ni a pesar de que están volando”, dicen con esperanza y miedo los afectados.