Muerte masiva de reses sacude Hidalgo; autoridades explican por qué hay 57 cadáveres

Conmoción en el estado de Hidalgo por la muerte de al menos 57 reses dentro de Tulancingo, una de las regiones ganaderas más importantes de la entidad.

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Por: Leonardo Herrera

En Hidalgo trataron de manejar todo con discreción, pero debido a que Tulancingo es de vocación ganadera, no se pudo esconder la crisis por la muerte de al menos 57 reses. Más de medio centenar de animales muertos y que significaron un gran problema para las autoridades sanitarias.

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) hizo una revisión en los municipios de Acaxochitlán, Acatlán, Agua Blanca, Tulancingo y Metepec. Aquí se confirmaron 57 reses muertas con una misma característica.

¿Cómo murieron las reses de Hidalgo?

De acuerdo con la Senasica, las reses murieron por postración, lo que significa excesiva producción de saliva y movimiento excesivo de extremidades, por lo que al sitio acudió el equipo de Fuerza Informativa Azteca (FIA) para indagar en lo sucedido.

En entrevista con Luis Alberto Mercado, comisionado para la Protección Contra Riesgo Sanitario de Hidalgo, reveló que tras los reportes y la confirmación de los animales fallecidos, se activó una serie de protocolos para fortalecer la vigilancia sanitaria de rastros, de casas de matanza y de carnicerías.

La alerta ya se había lanzado y las autoridades revisaron 33 carnicerías y 25 centros de matanza, en donde fueron decomisados 350 kilos de carne, aunque se dijo que ninguna de estas correspondían a los animales que murieron por enfermedad.

¿De qué murieron las reses de Hidalgo?

La Senasica atribuyó el hecho al consumo de concentrados que contenían pollinaza, que quiere decir excrementos de pollo, aserrín, a menudo plumas y restos de alimentos, las cuales se producen en algunas granjas... Luego de que se retiró este componente de la dieta, los decesos cesaron.

Tras el cerco, las autoridades dicen que la crisis se resolvió, que los animales contaminados se enterraron bajo recomendaciones sanitarias para evitar algún tipo de aprovechamiento; mientras que en el Valle de Tulancingo, la carne es segura para su consumo.

Mientras tanto, se analizan muestras de laboratorio de los animales y pollinaza para determinar con precisión las causas de la muerte.

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