El Colegio Nacional se convirtió en el epicentro de un vibrante debate con la inauguración del encuentro “La Libertad de Vuelta”. Este foro de ideas, impulsado por Arte y Cultura del Centro Ricardo Salinas Pliego, reúne a un destacado grupo de escritores, historiadores e intelectuales para analizar el actual estado de la democracia liberal, la cual, según los participantes, se encuentra bajo un constante hostigamiento por parte de los movimientos populistas.
La premisa central del encuentro es poner la libertad en el centro de la discusión, contrastando las ideas liberales con el avance de las tendencias autoritarias que buscan minar las libertades políticas, económicas y culturales.
La libertad y el avance del antiliberalismo
El escritor Paul Berman abordó la interconexión esencial entre democracia y liberalismo. “El liberalismo es inconcebible sin la democracia, porque el liberalismo consiste en dos ideas: libertad, pero también humanismo,” señaló. Berman sugirió un argumento provocador: el avance del antiliberalismo podría deberse, paradójicamente, a que “el liberalismo nunca ha sido tan exitoso”.
La seducción narrativa del populismo
El auge de los movimientos que desafían a las democracias liberales fue un tema clave. El escritor Jesús Silva-Herzog Márquez puso el foco en la capacidad de estas ideologías para conectar con la ciudadanía. Según su análisis, el populismo autoritario ha logrado tejer una “historia seductora, una narrativa que ha sido capaz de seducir a la población de electores”.
Por su parte, el historiador Enrique Krauze ofreció una perspectiva histórica sobre la lucha en el contexto nacional. “Tuvimos un siglo de caudillos, hombres fuertes, y frente a ellos, tal vez perdiendo, pero siempre allí, generaciones de liberales, liberales con la antorcha de la libertad y la ley,” recordó, enlazando el debate actual con una tradición histórica de resistencia.
Autocrítica sin concesiones al autoritarismo
El encuentro no rehuyó una mirada crítica hacia los errores cometidos dentro del propio andamiaje liberal. Sin embargo, los participantes fueron enfáticos en rechazar cualquier capitulación ante quienes buscan desmantelar el sistema democrático.
Leon Wieseltier, editor de la revista Liberties, defendió la estructura liberal a pesar de sus fallas. “Hemos cometido errores, debemos corregirlos,” afirmó, pero insistió en que “nadie tiene el derecho de venir a decirnos que el andamiaje liberal completo debe terminar porque somos infelices o porque somos pobres; esos son problemas de políticas.”
La Libertad como estandarte
El consenso final fue que la libertad debe erigirse como la principal bandera para confrontar el autoritarismo. El escritor David Frum sintetizó esta visión al exponer su perspectiva de futuro: “Libre mercado interior, libre comercio entre fronteras, instituciones libres uniendo naciones libres.”
El encuentro “La Libertad de Vuelta” continuará hasta el próximo 14 de noviembre, manteniendo en alto el debate sobre la defensa y revalorización de los principios liberales en un entorno global cada vez más polarizado.












