Especialistas del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) señalaron que hay un 70% de probabilidades para que ocurra el fenómeno climatológico de “La Niña” entre septiembre y noviembre de 2024.
Los expertos agregaron que, aunque las condiciones de la atmósfera siguen neutrales, los pronósticos de temperatura superficial en el mar proyectan cifras de “hasta -1.5 grados Celsius por debajo de lo normal” en el Pacífico Central y Oriental”, señaló el organismo con sede en Ecuador.
“Luego de un ligero debilitamiento de las condiciones frías en el Pacífico, se volvió a observar un ligero fortalecimiento de estas anomalías negativas. Los pronósticos siguen indicando altas probabilidades de desarrollo de La Niña para los siguientes meses”, destaca el reporte.
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— CIIFEN (@ciifen) August 12, 2024
Ya está disponible el boletín de El Niño/La Niña en América Latina, agosto de 2024. En julio y principios de agosto, se continuaron observando anomalías frías en el Pacífico Oriental y condiciones atmosféricas neutrales.
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Pronostican más lluvias para Centroamérica
Respecto a las lluvias, el CIIFEN menciona que en Centroamérica y parte del norte de Colombia habrá precipitaciones con valores superiores de lo normal.
En contraste, lloverá menos en el sur de Venezuela , la región oriental de Colombia, gran parte de Ecuador, parte de la región oriental de Perú, parte del norte de Brasil y el centro-sur de Chile.
¿Qué es el fenómeno de “La Niña”?
Antes de explicar el fenómeno climatológico de “La Niña”, es necesario comprender “El Niño”. El nombre completo es El Niño-Oscilación Sur (ENOS), el cual es usado para definir las variaciones en las temperaturas del océano Pacífico, donde la temperatura de la superficie del mar es más cálida que el promedio y ello afecta al clima en el mundo.
Mientras que el patrón de “La Niña” se caracteriza por temperaturas inusualmente frías en el océano Pacífico ecuatorial y está relacionado con inundaciones y sequías, al reducir la cizalladura del viento que facilita la formación de tormentas, con lo cual amplifica la temporada de huracanes en el océano Atlántico.
La cizalladura del viento son vientos de nivel superior que, en el caos de que sean fuertes, descargan las tormentas y hasta impiden que se formen.
El ciclo entre los patrones meteorológicos de “El Niño” y “La Niña” -que pueden generar incendios forestales, ciclones tropicales y sequías prolongadas- es vital para los agricultores de todo el mundo.
