La zona metropolitana de Guadalajara ha experimentado un crecimiento demográfico vertiginoso en la última década, sumando aproximadamente ochenta mil nuevos residentes cada año. Actualmente, más de cinco millones de personas distribuidas en diez municipios enfrentan serios desafíos en el abastecimiento de agua potable, una problemática que se ha visto exacerbada por el incumplimiento de promesas relacionadas con una de las obras hídricas más ambiciosas del país.
Guadalajara sufre una crisis de agua potable que compromete a más de cinco millones de habitantes
Los habitantes de esta vasta conurbación denuncian que los servicios de suministro de agua son inadecuados y deficientes. El año pasado, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a proporcionar tres mil litros de agua por segundo a dos millones de personas en la región. Sin embargo, a pesar de los trabajos realizados, los residentes afirman que la promesa no se materializó y el caudal de agua prometido nunca llegó a sus hogares.
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La esperanza generada por la inauguración de la presa El Zapotillo, en los Altos de Jalisco, en agosto del año anterior, se ha desvanecido. Se esperaba que el río Verde llenara esta infraestructura, pero a pesar de las advertencias previas sobre la disminución de sus caudales históricos, el compromiso presidencial siguió adelante.
Promesas incumplidas de la presa El Zapotillo generan desilusión y críticas en la población
Expertos en ingeniería habían advertido que la presa, incluso con la cortina a la altura proyectada de ciento cinco metros, requeriría medio siglo para llenarse por una sola vez, debido a la reducción del flujo del río.
Estas voces técnicas señalaron que el proyecto era inviable, pero, al parecer, las consideraciones políticas prevalecieron sobre el bienestar social de la población. Se sospecha que decisiones de esta índole responden a intereses económicos y de otra índole, más allá del beneficio directo para los ciudadanos.
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Además de los desafíos para llenar la presa, el plan contemplaba que el agua recorrería veintinueve kilómetros desde la represa hasta un punto donde sería necesario bombearla para cumplir con el abastecimiento prometido. Sin embargo, se ha descubierto que las bombas instaladas carecen de la potencia necesaria para elevar el líquido y distribuirlo.
Expertos advierten sobre la inviabilidad del proyecto hídrico en medio de intereses políticos y económicos
En el fondo, se ha sugerido que el verdadero propósito de este proyecto era la privatización del recurso hídrico. Lo paradójico es que, a pesar de ser inaugurada oficialmente, la obra no estaba completamente terminada en ese momento.
Para constatar la realidad, se visitaron las comunidades que supuestamente serían beneficiadas por el proyecto. La situación de los residentes es precaria. Pedro, habitante de Zapopan, depende del agua de lluvia para sus necesidades, pues la considera más limpia que la que llega por la red. Elena, por su parte, recibe el agua con sedimentos, describiéndola como “media amarilla”, lo que la hace inservible para tareas básicas como lavar la ropa, ya que la mancha.
La situación actual de la presa El Zapotillo es de abandono total y carece de vigilancia. Este proyecto se suma a una lista de obras de gran inversión en México que no han cumplido con sus objetivos prometidos, representando un considerable desperdicio de recursos públicos. La crisis hídrica en Guadalajara persiste, y la población continúa esperando soluciones efectivas y duraderas.