FUERZA INFORMATIVA AZTECA

Invadir a Venezuela sería un error monumental

Sin una estrategia de salida, una eventual invasión de Estados Unidos a Venezuela podría salir mal; recuerde lo que pasó hace unos años en Irak.

Foto del periodista Armando Guzmán y de protesta contra intervencionismo de EU en Venezuela con hombre que porta una playera con la frase “Hands off Venezuela”.
¿Qué pasaría si ocurre una invasión de EU a Venezuela?|FIA.
Compartir nota

Recientemente, la Casa Blanca designó oficialmente a dos grupos venezolanos -el ‘Cártel de los Soles’ y el ‘Tren de Aragua'- como organizaciones terroristas globales.

El objetivo declarado del presidente Donald Trump ha sido destruir a esos y a todos los cárteles de la droga.

Los dos anteriores son hechos. Hoy aquí, sin embargo, quiero plantear las dos preguntas más importantes, que son las que no se están discutiendo:

¿Cuál es el verdadero objetivo final de Estados Unidos en Venezuela?

¿Cuál es el verdadero motivo de Trump?

El Problema y la Promesa

El problema central es que esta nueva directiva nos coloca en una peligrosa encrucijada con tres posibles caminos, y ninguno de ellos conduce a una Venezuela estable y democrática al final.

El Pentágono podría ser que tenga planes de entrada con una invasión. De lo que estoy completamente seguro es que nadie tiene una estrategia de salida y eso, mis amigos, es lo que históricamente ha empantanado a Estados Unidos en sus aventuras militares alrededor del planeta.

Por eso hay que preguntar:

  • ¿Es este un plan para cambio de régimen?
  • ¿Es el despliegue de fuerza naval de Estados Unidos para capturar a Nicolás Maduro? Como ocurrió con Noriega en Panamá.
  • ¿Es este un plan para un ataque quirúrgico contra unos pocos funcionarios corruptos?
  • ¿Es este un pretexto para una invasión a gran escala para lograr un cambio de régimen?
  • ¿O es simplemente una estrategia narrativa para ‘aparentar firmeza’ sin acciones reales?

La Promesa

Aquí debemos explorar por qué cada uno de estos enfoques prioritarios para lo militar es una trampa destinada al fracaso.

Más importante aún, este es el mejor momento para presentarles a ustedes una estrategia más inteligente, que, en tres partes, podría resultar como un plan más adecuado para debilitar a las redes criminales de narcotráfico y buscar mejores formas de construir un futuro más seguro a toda la región latinoamericana.

Por qué el camino actual es una trampa

Qué pasaría si el “ataque quirúrgico”, para capturar a Nicolás Maduro fracasa.

El sistema de anillos entrelazados que los venezolanos le copiaron a Fidel en Cuba, que a su vez había sido copiado de los anillos concéntricos del sistema soviético, hace ver que atacar a unos cuantos líderes lo único que produce es una ilusión de victoria. Lo peor, es que esa ilusión dura muy poco tiempo.

Esos anillos concéntricos protegen al régimen, porque si cae un líder caen todos. Por eso es por lo que todos se protegen entre sí.

En los golpes del pasado, Estados Unidos quitaba a un sátrapa para poner a otro. Y después lo presumía diciendo él es un “Hijo de perra”, pero es... “Nuestro hijo de perra”.

La evidencia de que estas cosas ya no funcionan como los cambios de regímenes en Latinoamérica con todo y golpes de Estado de los años 50 y 60 ‘s está claramente reflejado en lo que pasó hace 20 años en Irak.

Aquí en el continente, las ofensivas pasadas de Estados Unidos, han demostrado históricamente que solo se crean vacíos de poder y que eso le permite al crimen organizado llenar esos vacíos rápidamente, con sus propios sátrapas y sus propios “hijos de perra”.

Es cierto que Trump está contemplando como algunas extradiciones se convertirían en “trofeos” para él. Pero, ‘cuidado’ porque con ese tipo de acciones, se acaba el perro, pero no la rabia. El mayor riesgo es que las estructuras criminales permanezcan, y eso es lo que todos quieren que Trump cambie.

Si Estados Unidos se va a tomar la molestia, que al menos lo haga bien, y que, al salir de su invasión y su ocupación, deje las cosas bien sentadas. Los días de intercambiar a militares golpistas con “Sons of bitches” escogidos por Washington, no dejaron nada bueno nunca.

Sería criminal gastar dinero, tiempo y esfuerzo para que al final nada cambie

Imagínense a las calles de Caracas, ahora pónganle Humvees del ejército americano y pongan a la ciudad Capital de Venezuela en ruinas.

Ahora imagínense las portadas del New York Times y el Wall Street Journal y el Washington Post diciendo...

“La Invasión Total en Venezuela, Resultó en Catástrofe”

El otro riesgo es igual de complicado, porque una victoria militar puede convertirse rápidamente en un fracaso político catastrófico, como ocurrió con Irak.

Déjeme abundar en este último punto; al igual que en Irak hace 20 años, Estados Unidos se encontraría ocupando un país empobrecido con instituciones quebradas, esto como en todo Irak, no solo en Bagdad, desencadenaría una sangrienta insurgencia, desestabilizaría a toda la región y arrastraría en este caso a Colombia a un conflicto más amplio, sin garantías de una transición democrática.

Y eso no lo digo yo, lo acaba de declarar Gustavo Petro el presidente de Colombia solo la semana pasada- lo recuerdo bien, él dijo:

“Los gringos están en la olla (se equivocan) si creen que invadiendo Venezuela están resolviendo su problema. Ponen a Venezuela en el caso de Siria, con el problema de que se arrastran a Colombia lo mismo”.

Siguiendo la línea del presidente Petro, seamos realistas. Si hay una invasión abierta al cruzar ese umbral, Trump se encontrará con que es posible que como ocurrió en Irak; la guerra militar sea un éxito, pero que la guerra por la narrativa termine en fracaso.

Cerremos este capítulo y abramos el siguiente

¿Qué va a pasar si Marco Rubio como Asesor de Seguridad Nacional está usando las amenazas militares como un engaño?

Si eso fuera, hay que decirlo desde un principio. Es mejor cambiar radicalmente de estrategia porque de otra manera lo único que estamos haciendo es otorgándole al régimen de Maduro un arma poderosa para reírse de Estados Unidos, de Trump, y de Rubio.

La evidencia actual es que este tipo de aparente engaño; “Ahí viene el lobo, ahí viene el lobo”, lo único que está logrando es permitir que Maduro aglutine aliados dentro y fuera de Venezuela contra el enemigo “imperialista” común.

Lo que es peor esta “estrategia” le permite justificar su propia represión y sus violaciones de derechos humanos, como legítima defensa de la soberanía venezolana. ¿Cuántas veces hemos visto ya esa película?

Algo a subrayar es el enorme impacto de esta continua especulación continental en cuanto... ¿cuándo va Trump a atacar?

Esa posición incierta no está provocando solidaridad en contra de Maduro, Al contrario, lo único que ya provocó es una fatiga internacional. Eso mis amigos, lo único que logra es consolidar a la dictadura. Y con eso se logra exactamente lo contrario de lo que Trump, y Pam Bondi y Pete Hegseth nos han descrito como el objetivo previsto en Venezuela.

Una estrategia más inteligente

Hay que atacar a la corrupción, a los funcionarios corruptos y a los que les apoyan. No solamente a los cárteles.

La idea es que el verdadero sustento de los cárteles no son las drogas, sino su relación corrupta con el gobierno y con las economías legales.

Designar a los carteles “Organismos de Terrorismo Internacional” fue para cerrar las válvulas del lavado de dinero, para ir detrás de los que ayudan a los carteles a vivir, limpiándoles el dinero, vendiéndoles pertrechos, blindando sus vehículos.

Otra vez, es más útil descifrar, identificar, perseguir y castigar;

¿Quiénes les venden armas, vehículos, quienes les venden llantas y celulares y computadoras?

A toda esa gente Trump necesita ya desde hoy cortarles el suministro de oxígeno.

Las acciones de combate

En lugar de drones y fuerzas especiales, Estados Unidos necesita financiar fiscales, investigadores financieros, programas de protección de testigos y una prensa libre. El objetivo es que la colusión con el crimen sea demasiado arriesgada para ser rentable.

Construir una seguridad real desde cero

La realidad: es que los soldados estadounidenses son “espantapájaros” en un territorio que no comprenden.

Porque la verdadera seguridad, siempre es local.

La acción: Estados Unidos necesita invertir en lo que realmente garantiza la seguridad en las comunidades: fuerzas policiales profesionales, un sistema judicial eficaz, prisiones seguras y confianza comunitaria.

Venezuela y México al igual que como ocurrió con Colombia en los 1980 y 1990, necesitan que alguien les ayude a abordar las causas fundamentales de la delincuencia, como la pobreza y la desigualdad.

La última parte es la más difícil, porque obligaría a Washington a repensar las políticas que generan las enormes ganancias del tráfico de drogas ilícitas.

Nuestras propias políticas de prohibición de drogas en Estados Unidos son las que hacen que estas sustancias sean artificialmente escasas y astronómicamente rentables.

Nosotros en Estados Unidos creamos el mercado violento contra el que ahora luchamos.

Todo lo anterior es acerca de Venezuela, pero si usted reacomodara los nombres e intercambiara el nombre de México, no se sorprendería que los problemas y lo que aquí presentamos como caminos alternos encajan perfectamente.

Por todo eso, es que digo que invadir Venezuela en este momento sin tener realmente una estrategia de entrada y otra de salida, sería un error monumental.