Seguramente lo has escuchado o los has visto en el supermercado: el kéfir, un producto que se ha puesto muy de moda entre los amantes de la comida sana y la ‘healthy life’ por su similitud con el yogurt, pero, ¿cuál de los dos es mejor? Esto dicen los especialistas.
¿Qué es y para qué sirve el kéfir?
El kéfir es una bebida fermentada, cremosa, con aspecto similar al del yogurt. Se trata de una de las diferentes opciones de probióticos que facilitan la digestión y refuerza las defensas.
Esta bebida se consume desde hace cientos de años en Europa del Este, particularmente por los habitantes de la región montañosa del Cáucaso. Significa ‘bendición’ en turco, lugar de donde es originaria, y contiene leche fermentada rica en levaduras así como bacterias que mejoran el tránsito intestinal.
Los valores nutricionales del kéfir varían enormemente en función de su origen, por ejemplo, si es elaborado con leche, agua, o algún otro producto; sin embargo, la característica principal será que contiene un potente contenido en probióticos, además de aportar otros beneficios como:
- Calcio
- Proteínas
- Vitaminas del grupo B
- Vitamina K2,
- Vitaminas A, D y biotina

¿Qué es más sano el kéfir o el yogurt?
Aunque parezcan productos similares, los especialistas aseguran que en cuestión de aportación de nutrientes, la mejor opción y más saludable es el kéifer debido a que esta bebida no se puede someter a una segunda pasteurización después de su fermentación, lo que significa que no cambia sus propiedades porque los microorganismos que se forman resisten las altas temperaturas.
Otra de las ventajas es que el kéfir es que es más digestivo, lo que lo convierte en un candidato ideal para las personas que sean propensas a padecer dolencias estomacales e indigestiones.
¿Cuánto kéfir se debe consumir al día?
Los especialistas recomiendan que la dosis diaria de consumo de kéfir también dependerá con la base de elaboración de esta bebida, pongamos el caso del producto de agua, del cual la ración recomendada para empezar es de 250 ml divididas en dos raciones diarias, aproximadamente 500 ml.
En tanto para consumir kéfir de leche se sugiere acostumbrar el cuerpo con kéfir de agua antes de probar con otras opciones. Otro punto importante de su consumo es hacerlo siempre sin azúcar ni miel para preservar mejor sus bacterias beneficiosas.