El “indígena del hoyo”, el hombre más aislado de la Amazonia occidental en Brasil, murió este martes, informó La Fundación Nacional del Indígena, (FUNAI).
De acuerdo con la fundación, el “indígena del hoyo” era el último miembro de su pueblo y el único habitante del territorio indígena de Tanaru, en el estado de Rondonia, en la Amazonia de Brasil.
Era el único sobreviviente luego de que su pueblo fue masacrado por una serie de ataques en la década de los 70. La FUNAI explicó que se sabe poco de la cultura de su etnia debido a que el “índigena del hoyo” evitaba tener contacto con el resto de las personas.
“Nadie del exterior conocía el nombre de este hombre, y ni siquiera se sabía mucho sobre su pueblo… Ahora con su muerte se completa su genocidio. Porque esto trata realmente de un genocidio: la aniquilación deliberada de todo un pueblo por parte de ganaderos hambrientos de tierra y riqueza”, indicó Fiona Watson, directora de Survival.
La muerte del indígena conocido como “El último de su pueblo” o “El hombre del agujero” es un símbolo trágico del #genocidio indígena en Brasil. Únete a la campaña para garantizar que la historia no se repita y que los pueblos indígenas #NoContactados sobrevivan y prosperen ⬇️ pic.twitter.com/OlwvmQU7iE
— Survival International - en español (@survivalesp) August 30, 2022
Fiona agregó que la muerte del “indigena del hoyo” simboliza la violencia y crueldad infligida a los pueblos indígenas de todo el mundo en nombre de la colonización y los beneficios económicos.
¿Por qué le llaman el “indígena del hoyo”?
El hombre, del cual se desconoce su nombre, fue llamado el “indígena del hoyo” debido a su costumbre de construir agujeros profundos, algunos con estacas afiladas.
El hombre fue visto por primera vez en 2018 durante un recorrido de un grupo gubernamental, encuentro que fue calificado como fortuito.
El territorio de Tanaru, a donde pertenecía “indígena del hoyo” es una pequeña isla de bosque en un mar de enormes haciendas agroganaderas, en una de las regiones más violentas de Brasil. Survival, junto con organizaciones brasileñas, desarrolló una campaña durante muchos años para que su tierra fuera protegida.