Antes de la llegada del Covid-19 los zoológicos del país y del mundo, al igual que los santuarios y albergues, operaban con cierta “normalidad”, aunque ahora luchan para mantener vivos y en buen estado de salud a miles de animales.
Esto porque se sostenían de las entradas de la taquilla, donaciones o ventas al público, pero ahora tanto jirafas como elefantes, jirafas y felinos –los más costosos de mantener- requieren de ayuda económica para no morir de hambre. Por ejemplo, un elefante come al día entre 70 y 80 kilos de fruta, verdura, alfalfa y concentrado, mientras que un león macho consume 14 kilos de carne diarios
Algunos sitios dedicados a su cuidado han denunciado la falta de apoyo por parte de las autoridades, ya que las donaciones de la gente a veces no son suficientes.