El gobierno de Estados Unidos está en medio de la polémica, esta vez debido a la utilización de los dispositivos M-44, también conocidas como ‘bombas de cianuro’, para matar coyotes, zorros o perros salvajes.
Estas trampas son cápsulas adheridas a algún cebo que expulsan cierta cantidad polvo de cianuro de sodio, el cual resulta letal para estas especies si llegan a morderlas.
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Sin embargo, el gobierno estadounidense defiende su uso, sin importar que se han realizado cientos de miles de peticiones para que sean suspendidas, debido a los peligros que conllevan.
Uno de los principales argumentos que ha dado el Departamento de Agricultura de ese país (USDA, por su sigla en inglés) es que las especies mencionadas deben ser controladas dado que son una amenaza para el ganado, aves de corral y otros animales declarados en peligro de extinción.
El control que se tiene sobre el peligro de estas ‘bombas de cianuro’, en 2019, señaló que se usaron en 17 de los 50 estados y han terminado con la vida de más de 14 mil ejemplares.
De acuerdo con el USDA, una vez que se activa uno de estos dispositivos, el polvo puede ingresar en el organismo del animal por la boca, nariz e incluso los ojos.
“Representa una herramienta altamente efectiva en el manejo de daños de la vida silvestre”, añade el informe.
Ante la polémica, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) admitió que durante el proceso de evaluación fueron recibidas alrededor de 200.000 cartas, en las que se pedía que se suspenda la utilización de estos dispositivos.
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Sin embargo, los ganaderos y consorcios de agricultura fueron los que defendieron que se mantenga su uso.
