Sus ojos se han quedado fijos en la pantalla del celular que sostiene con su mano. Le ha llegado un video que tiene más de un millón de vistas. Inmediatamente sonríe y me lo muestra con un gesto de orgullo.
Se trata de uno de los más de 100 videoclips que andan circulando por las redes sociales, en los que a través de canciones se cuenta el desarrollo de operativos militares y policiacos.
Su autor es Alan Giovanni, un rapero que vive en Chalco, Estado de México; pero quien, además, es un policía con casi 20 años de servicio.
Acompañado del equipo élite de Fuerza Informativa Azteca, integrado por Ricardo Ruiz, Esteban Sánchez y Vianney Rodríguez, acudí al estudio musical de Alan, quien se hace llamar “El Gorrix”, un apodo que le pusieron en los cuarteles porque siempre traía una gorra en la cabeza.
Corridos mexicanos inspiran al policía que de noche cambia el uniforme
Atraído por el uniforme, entró a la policía siendo un muchacho, su desempeño en la academia fue destacado y desde entonces empezó a ejercitar su habilidad por la música y la composición.
Inspirado en los legendarios corridos mexicanos, “El Gorrix” se dedicó a observar a sus compañeros en acción, ya sea militares, marinos o policías, y comenzó a escribir algunas letras que dieran forma a canciones raperas en las que relataba los operativos de combate.
Llegó a ser tan popular entre los uniformados, que rápidamente le empezaron a pedir que compusiera canciones para recordar a los elementos caídos o para homenajear a quienes regresaron sanos y salvos después de una encomienda peligrosa.
“El Gorrix” trabaja de día patrullando las calles de Valle de Chalco, pero de noche se quita el uniforme para vestirse de rapero y presentarse en algunas tocadas de su colonia.
No solo escribe y compone las canciones sino que las ilustra con las imágenes que los mismos elementos le proporcionan; luego, las sube a sus redes sociales y esto le ha generado cientos de miles de visitas.
Después de la entrevista nos invitó a caminar por su barrio, ahí nos dimos cuenta de su popularidad, pero sobre todo de su liderazgo como servidor público. De día, la gente lo saluda con respeto aun sin llevar el uniforme puesto; y de noche, la gente le aplaude al rapero sin saber que es el mismo hombre que los cuida.
