La capital de Turquía ha sido escenario de protestas contra el gobierno del presidente Erdogan tras el arresto del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, por supuestos vínculos terroristas y corrupción.

Miles de manifestantes exigen su liberación, considerando los cargos ilegales y sin fundamento. Previo a su detención, se le retiró a Imamoglu su diploma universitario, clave para aspirar a la presidencia.

El 22 de marzo, acudió bajo custodia a una audiencia en el Ayuntamiento, donde miles lo esperaban. Las protestas, que incluyen jóvenes, estudiantes y ciudadanos de diversas ideologías, han resultado en enfrentamientos con la policía, quienes usaron spray pimienta. Al menos 343 personas fueron detenidas durante la revuelta.