Desde muy temprana hora miles de personas comenzaron a llegar al “Burrodromo”, en Otumba, Estado de México. En este lugar se llevó a cabo “La Feria Nacional Del Burro”, en su edición número 57.
Una festividad que fue suspendida por dos años por la pandemia de COVID-19 pero que hoy regreso con más fuerza que nunca.
Los invitados especiales “los asnos ", también llegaron, algunos entraron a la fuerza; ya en confianza se dio inicio al primer concurso, polo sobre burro.
Con una escoba intentaban meter la pelota en la portería contraria.
Algunos jinetes cayeron.
“Estuvo bueno, no, ganamos como siempre, ¿cuánto ganaron?, doce, dos y les ayude con un gol,” dijo Daniel Carmona, visitante.
Después llegaron los burros disfrazados, el tlaquichero repartió pulque, el piñata dulces y hasta el capitán américa andaba por aquí.
También participó el burro catrina y el burro apache.
“Venimos representando a las pieles rojas, venimos de la comunidad de Cuautlacingo Otumba, hemos concursado año con año, muchas veces no ganamos, pero siempre venimos a divertirnos,” explicó Emanuel Centeno, participante.
Quienes perdieron no se desanimaron, aseguraron, regresarán el próximo año.
“El burro viene caracterizado como guía de turista para que conozca los monumentos emblemáticos de aquí de Otumba; nos tardamos como 15 días en proyectar las imágenes y hacer los cortes con unicel y la pintura,” comentó Julián Aguirre, turista.
También hubo concurso de rebuznos, los niños no se quedaron atrás.
La última competencia fue carrera sobre burros, fórmula uno y fórmula dos.
La velocidad de los asnos y la destreza de los jinetes dieron el triunfo.
“¿Qué les pareció el espectáculo?, muy bonito, muy padre cada año venimos, cada año, ¿qué fue lo que más les gusto?, los concursos de los burros disfrazados,” declaró un pequeño visitante.
Así concluyó la Feria Nacional del Burro considerada como una de las 10 ferias más raras en todo el mundo, con más de 10 mil asistentes éste año.
