La corrupción al más alto nivel hace posible que se trafiquen de manera ilegal millones de litros de combustible a México. Así lo confirma la captura de funcionarios y particulares presuntamente ligados a una red del crimen organizado.
Según las investigaciones, los detenidos están detrás del decomiso histórico del 31 de marzo pasado, cuando se aseguraron 10 millones de litros de diésel que se traficaron por desde Texas a Tamaulipas.
Sobrino de extitular de la Marina, entre detenidos por robo de combustible
El vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna fue capturado el martes. Destaca no solo su rango. Es el sobrino político de Rafael Ojeda, el secretario de Marina del sexenio anterior.
Farías Laguna fue secretario particular del subsecretario José Luis Arellano Ruiz y hasta enero de este año se desempeñó como comandante de la zona naval de Puerto Vallarta, Jalisco.
Ante esta captura, la Marina refrendó en un mensaje que mantiene una política de cero tolerancia a las malas prácticas.
Otros funcionarios ligados al robo de combustible
Otro de los detenidos es el director de Administración y Finanzas del Sistema Portuario Nacional en Tampico, Francisco Javier Antonio Martínez, un funcionario que ya había sido exhibido por mexicanos contra la corrupción, por tener ingresos dudosos que le permiten tener 18 vehículos de colección.
Este delito de tráfico de hidrocarburos no se puede dar, como tú bien dices, sin la cumplicidad de muchísimos mandos militares, aduanales, portuarios e incluso de empresas privadas, de las agencias consignatarias de los buques o de privados como los agentes aduanales.
Este investigador reveló que el detenido Francisco Javier Antonio Martínez es socio de los dueños de Intansa, la misma compañía responsable de importar los 10 millones de litros asegurados en marzo. Hay evidencia que la compañía traficó millones más que hizo pasar como aditivos.
Esta empresa, revisando los registros aduaneros, descubrimos que desde 2023 hasta inicios de 2025 importó más de 100 millones de litros de combustible ilegalmente al país.
El gobierno dejó crecer el robo de combustible, otra herencia maldita. Los delincuentes se sofisticaron, pasaron de ordeñar ductos a traficar millones de litros vía marítima.
Y se convirtió en esto que ahora conocemos, que es el tráfico de hidrocarburos, en el cual se burla a las autoridades fiscales, falseando estos pedimentos de importación para omitir el pago del IEPS, del Impuesto Especial. La investigación por este caso sigue abierta. Podrían caer más servidores públicos.
Otro escándalo más de corrupción al más alto nivel en el gobierno de la Cuarta Transformación.