Que el mundo está en permanente movimiento es un hecho, por lo que el día de mañana la apariencia del planeta y la ubicación de los distintos espacios que lo constituyen van a ir variando. Por eso mismo, hablamos de las consecuencias de la separación de África en dos partes.
Comencemos expresando que, esto se debe a partir del sistema Rift de África Oriental, el cual ha estado en el centro de la atención científica durante décadas, debido a su dinámica y complejidad, por las características que lo distinguen.
En cuánto a este punto, se destaca que hay muchas fallas tectónicas, lógicamente la zona tiene un nivel considerable de actividad volcánica y un relieve diverso que se expresa con montañas, mesetas y áreas bajas.
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¿Cuáles serían las graves consecuencias de que África se partiera en dos?
Los especialistas en la materia, llegaron a diversas conclusiones, y entre ellas resalta que el flujo del manto que se dirige hacia el norte, impulsado por el superplano africano, muestra un enorme ascenso de roca fundida que transporta el calor desde el núcleo de la Tierra.
A partir de esto, vislumbraron que esa inusual corriente de roca fundida podría ser la responsable de las deformaciones paralelas a las fisuras que han desconcertado a los científicos durante años, también que la actividad magmática interna del sistema Rift, es mucho más significativa de lo que se había creído.
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En definitiva, la fuerza de este hallazgo radica en que esto es de gran importancia para modelar la actividad futura del sistema Rift, y predecir cómo estas fuerzas geológicas pueden moldear el continente africano en el futuro, lo que será una configuración inevitablemente diferente, respecto a la que tiene actualmente.
