El COVID-19 llegó para quedarse y desde su primera aparición ha mutado de diferentes maneras, dando paso a nuevas variantes y subvariantes, algunas más contagiosas y peligrosas que otras. Sin embargo un nueva cepa del SARS-CoV-2 ha alertado al mundo entero, pero, a diferencia de la primera, esta fue creada por científicos chinos en un laboratorio de Beijing.
La nueva cepa mutante de COVID-19 ha sido denominada como GX_P2V, la cual es más letal que la que surgió por primera vez en 2019 y que provocó miles de muertes en todo el mundo, además de que nos confinó a todos al encierro.
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Esta nueva cepa de COVID-19 ha sido probada en ratones genéticamente modificados para simular humanos y llega justo en el momento en el que el mundo ha vuelto a la normalidad y las hospitalizaciones y muertes han reducido considerablemente gracias a las vacunas, las cuales han representado un hito crucial en el combate de esta enfermedad.
¿Cuál es la tasa de mortalidad?
El virus mutante GX_P2V es una variante del coronavirus descubierto en pangolines malayos en el año 2017, no obstante, ha mostrado una alta tasa de mortalidad, acabando con la vida de todos los ratones infectados en únicamente ocho días.
Pero eso no es todo, los resultados también arrojaron que el virus afecta severamente órganos vitales como los pulmones, huesos, ojos, tráquea y el cerebro. Este virus supera con creces la tasa de mortalidad del virus original del COVID-19. Sin embargo, los efectos del GX_P2V todavía no han sido probados en humanos, aunque este estudio ha generado infinidad de críticas entre la comunidad científica.
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En los días previos a su muerte, los ratones perdieron peso de forma acelerada, mostraron una postura encorvada y se movían con extrema lentitud
¿Qué opinan los expertos?
Expertos como François Ballaoux del University College London y el Dr. Gennadi Glinsky de Stanford han criticado severamente este estudio por el potencial riesgo que representa para el mundo. “Esta locura debe detenerse antes de que sea demasiado tarde”, dijo Glinksy.
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