El fascinante mundo de la compra-venta de monedas y billetes ha experimentado un auge notable en los últimos años. Entre los objetos de colección más codiciados se encuentran aquellos que poseen errores en su impresión, los de baja serie, los que fueron retirados de circulación y, por supuesto, aquellos que cuentan con características únicas que los convierten en auténticas joyas numismáticas.
Uno de los ejemplos más asombrosos es un billete de 10 pesos que ha aparecido en un famoso sitio de comercio en línea. Este billete, que muestra la imagen de Emiliano Zapata, puede llegar a valer la asombrosa suma de hasta 850,000 pesos. ¿Cuál es la razón detrás de su valor? Sigue leyendo para descubrirlo.
Aprende a diferenciar monedas y billetes falsos. El experto dice cómo.
¿Cuáles son las características del billete de 10 pesos que vale casi un millón?
Este billete forma parte de la familia C de billetes de 10 pesos, que se emitieron en 1994 con características distintivas con respecto a la familia B. Ambos grupos estaban denominados en “nuevos pesos”, donde un nuevo peso equivalía a mil pesos de la moneda anterior.
En el anverso de este billete de colección, se encuentra el retrato de Emiliano Zapata, una figura emblemática de la Revolución Mexicana. La imagen secundaria muestra un par de manos sosteniendo mazorcas de maíz, símbolo de la importancia de la agricultura en la historia de México.
En el reverso, podemos apreciar la escultura ecuestre de Zapata ubicada en Cuautla, Morelos, con los majestuosos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl de fondo.
Este billete de 10 pesos de 1994, con dimensiones de 129 x 66 mm, está impreso en papel de algodón y representa una parte significativa de la historia monetaria de México. Su singularidad y su conexión con el líder revolucionario Emiliano Zapata lo convierten en un objeto de deseo para coleccionistas y aficionados a la numismática.
Billete a punto de desaparecer
Actualmente, los billetes de la familia C están siendo retirados de la circulación por resolución del Banco de México, lo que significa que cuando llegan a los bancos, deben ser separados y enviados de vuelta al Banco de México, evitando su reintroducción en el público.