
Es un tipo duro, usa siempre traje y siempre impecable. Fuma casi permanentemente es una mente maquiavélica que se define a sí misma como la voz del partido. El Hombre del Cigarro es un fantasma que está en todas partes; un titiritero malvado que mueve a su conveniencia todos los hilos. Su labor es la permanencia, la continuidad del poder, que es lo único que le infunde respeto.


