Conoce el hotel más peligroso de todo el mundo: tiene cosas que a cualquiera le asustarían

Un hotel sobre el océano desafía la seguridad y la aventura: pocos se atreven a hospedarse por esta razón.

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Coastwatch/teachersonthetower
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La mayoría de los hoteles buscan comodidad y lujo, pero hay uno que rompe todas las reglas. La Frying Pan Tower, también conocida como la “Torre del Sartén”, es un faro convertido en hotel sobre el Atlántico, rodeado de agua salada y con menos de 10 habitaciones, considerado como peligroso.

Hospedarse allí no es solo dormir en un lugar diferente: es sentir la fuerza del mar, enfrentarse al aislamiento y vivir una aventura que pocos pueden imaginar.

¿Dónde está la Frying Pan Tower y cómo se convirtió en hotel?

La Frying Pan Tower no es un hotel cualquiera, se encuentra frente a la costa de Carolina del Norte, en una zona que los marineros conocen como el “Cementerio del Atlántico”, famosa por los naufragios que han marcado su historia, según la Biblioteca Marítima de Carolina del Norte.

Construido en 1964 como faro, estuvo abandonado durante décadas hasta que, en 2010, el ingeniero Richard Neal decidió darle un giro inesperado: lo compró en una subasta y lo convirtió en un hotel extremo, donde cada visita es una historia que recordarás para siempre.

¿Qué hace que este hotel sea tan peligroso?

El riesgo no viene de la delincuencia, sino del entorno. La torre está aislada: cualquier emergencia puede tardar horas en resolverse. De acuerdo al National Oceanic and Atmospheric Administration, huracanes, tormentas y oleajes intensos forman parte del día a día. La estructura sufre el desgaste constante del mar y el viento, y algunas áreas permanecen cerradas por seguridad.

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Instagram/flyinpanttowerofficial
El hotel más peligroso del mundo se llama Flying Pant Tower y está en las costas de EUA

El hotel es sencillo: ocho habitaciones básicas, muebles funcionales y servicios limitados. Los huéspedes colaboran en la limpieza y el mantenimiento, lo que hace que la estadía sea más intensa y memorable. Cada detalle recuerda que aquí la naturaleza manda y la aventura es inevitable.

¿Cómo llegar y qué esperar al hospedarse en el hotel “más peligroso del mundo”?

El acceso es parte de la experiencia. Se puede llegar en barco, con un recorrido de unas dos horas desde la costa, o en helicóptero, con un vuelo de 20 minutos hasta el helipuerto en la cima.

El traslado normalmente no está incluido en la tarifa, así que cada visitante organiza su viaje. Estar allí significa experimentar aislamiento absoluto, sentir la fuerza del océano y vivir un hotel como ningún otro en el mundo. Es un reto, una historia que contar y una aventura que se recuerda para siempre.

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