Ponerle sal a la comida es esencial, pero cuando se pasa la cantidad, el resultado puede ser un plato arruinado... o no. Aunque parezca que no hay vuelta atrás, existen métodos simples y efectivos para corregir un exceso de sal sin tener que tirar la preparación.
A continuación, compartimos las recomendaciones más prácticas y caseras que ayudan a salvar cualquier receta demasiado salada.
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Añade ingredientes que absorban la sal
De acuerdo a información del portal español ABC, una de las soluciones más efectivas es incorporar ingredientes neutros que no contengan sal y ayuden a balancear el sabor. Por ejemplo:
- Papas peladas y crudas: actúan como esponjas naturales. Agrégalas al guiso o sopa, cocínalas durante unos 10-15 minutos y retíralas antes de servir.
- Arroz, fideos o legumbres cocidos sin sal: absorben parte del exceso salino y aumentan el volumen del platillo, lo que reduce la intensidad del sabor salado.
Recurre a líquidos para diluir el exceso
Otro truco útil es agregar líquido sin sal. Según el tipo de receta, puedes usar:
- Agua natural
- Caldo sin sal
- Leche o nata líquida
Esto ayuda a disminuir la concentración de sal, pero es importante reajustar otros condimentos si se altera mucho el sabor original.
Ácidos, dulces y grasas: tus aliados inesperados
Si bien parece contradictorio, añadir un toque ácido o dulce puede equilibrar una comida salada. ¿Cómo? Contrarrestando el exceso con sabores complementarios:
- Jugo de limón, vinagre o tomate natural triturado reducen la percepción del salado.
- Una pizca de azúcar, miel o sirope puede suavizar salsas u otros preparados intensos.
- Mantequilla, yogur natural o crema agria también neutralizan sabores fuertes y mejoran la textura.
Cómo actuar con carnes y pescados salados
¿Te pasaste con la sal al sazonar carnes o pescados? Si aún no los cocinaste, enjuágalos bajo agua fría para retirar el exceso. Después, sécalos bien con papel absorbente.
Pero si ya están cocidos, puedes acompañarlos con guarniciones sin sal, como puré de papa, arroz blanco o vegetales al vapor. Estas combinaciones suavizan el sabor general del plato y evitan desperdiciar la comida, según la citada fuente.
Para evitar que esto vuelva a pasar, lo mejor es agregar la sal poco a poco, probando entre cada adición. Otra recomendación útil es usar sal baja en sodio o condimentos sin sal como hierbas aromáticas, especias o mezclas caseras de sabores.
