El cochambre puede convertirse en uno de los problemas más molestos en la cocina, especialmente cuando se acumula en ollas que usamos todos los días. Pero no hace falta recurrir a productos costosos ni pasar horas tallando: existe un truco casero sencillo y efectivo que utiliza únicamente un ingrediente común del hogar. Este método, además de económico, promete dejar tus vasijas como nuevas en pocos minutos.
Según expertos del portal especializado en limpieza y orden del hogar Cleanipedia, hay algunas opciones efectivas que permiten llevar a cabo esta labor sin afectar los materiales del recipiente. Entre ellas, recomendaron utilizar el bicarbonato de sodio, ya que actúa como un potente desengrasante natural.
Así debes aplicar el bicarbonato de sodio para eliminar manchas de las ollas
De acuerdo al sitio web, solo tienes que espolvorear una capa generosa sobre la zona afectada, añadir un poco de agua para formar una pasta y dejar reposar unos minutos. Después, frota con una esponja y verás cómo el cochambre se desprende con facilidad, dejando tus ollas mucho más limpias y sin dañar sus materiales.
Sin embargo, también puedes utilizar vinagre blanco. De hecho, muchos especialistas aconsejan usar ambos ingredientes juntos, sobre todo cando hay cochambre más persistente. Esto funciona en acero inoxidable y esmaltados (no en hierro a seco ni en aluminio sin proteger):
- En primer lugar, deberás mezclar bicarbonato de sodio con un chorrito de vinagre hasta formar una pasta espesa. (Empieza con 2 cucharadas de bicarbonato y añade vinagre poco a poco).
- Luego, aplica la pasta sobre las zonas con cochambre y deja actuar 10–20 minutos.
- Frota con esponja o estropajo suave. Repite si es necesario.
- Enjuaga y seca.
¿Por qué recomiendan limpiar bien las ollas?
- Evita la acumulación de bacterias: los restos de comida, grasa o cochambre pueden convertirse en un foco de microorganismos que contaminan los alimentos.
- Mejora el sabor de la comida: si una olla tiene grasa vieja o residuos quemados, puede transmitir sabores amargos o desagradables a los nuevos platillos.
- Prolonga la vida útil de las ollas: el cochambre y los restos quemados deterioran el material con el tiempo, provocan manchas permanentes y reducen la eficiencia térmica.
- Previene la liberación de sustancias dañinas: en algunas ollas, especialmente las antiadherentes, el mal mantenimiento puede causar desprendimiento del recubrimiento.
- Reduce el riesgo de humo y malos olores: cuando la grasa vieja se recalienta, genera humo, olor fuerte e incluso puede quemarse.
- Se cocina de forma más segura: una olla limpia distribuye el calor de manera uniforme, evita quemaduras inesperadas y reduce accidentes en la cocina.
