Dentro de “El otro lado de los realities”, Chicken abrió un tema que pocas veces se profundiza en Exatlón México, al señalar sobre el desgaste emocional que implica estar lejos de la familia, los amigos y de los seres queridos durante semanas, incluso meses, situación que, si se suma al estrés que genera el aislamiento, los entrenamientos y luchar por cada punto, esta lucha silenciosa influye directamente en el desempeño de cada atleta.
Extrañar a la familia: ¿Motivación o detonante de renuncia?
Chicken y Diana estuvieron de acuerdo en que la ausencia de la familia supone para los atletas una especie de dualidad emocional, pues mientras para algunos esta nostalgia puede transformarse en combustible, un recordatorio constante de por qué están ahí y a quiénes quieren darle un futuro mejor, para algunos otros, la misma distancia puede ser el aliciente que obligue a los atletas a abandonar la competencia.
Uno de los ejemplos más recientes dentro de la novena temporada de Exatlón México es el de Edan, cuyo vínculo con su hija y el peso emocional de la distancia la obligaron a cuestionarse abandonar la contienda, antes de llegar al duelo de eliminación que la vio partir.
Competir por un futuro mejor: La motivación que sostiene
Chicken también señaló que, a pesar de la nostalgia, existen atletas que toman este sentimiento para ir más adelante y asegurar un mejor futuro para sus familias; esa responsabilidad puede sumar una presión inesperada que en ocasiones se convierte en la batalla más pesada que un competidor puede enfrentar.
Los comentaristas coincidieron en que estas emociones deberían reconocerse más dentro de todas las competencias, ya que los atletas no solo compiten contra el rival, sino también con la nostalgia, el cansancio psicológico y el peso de las expectativas.
Una realidad que el público rara vez ve
A pesar de que Exatlón México está lleno de adrenalina, los festejos y polémicas deportivas, los comentaristas reconocieron que detrás de cada sonrisa hay un sacrificio.
